La ruptura entre Ben Affleck y Jennifer Lopez se enreda en una fría ausencia de comunicación, complicando la venta de su mansión y el acuerdo de separación.
El problemático y frío divorcio de Ben Affleck y Jennifer Lopez
El final de la relación entre Ben Affleck y Jennifer Lopez está envuelto en una compleja red de desavenencias y frialdad. Las últimas noticias desde Hollywood sugieren que la separación de la pareja se convirtió en un proceso complicado y lento, principalmente debido a la total falta de comunicación entre ellos.
El portal TMZ reveló que Ben Affleck y Jennifer Lopez están llevando su separación en términos extremadamente tensos. “Ben y Jen no están hablando entre ellos, ni en persona ni por teléfono, y esto está ralentizando mucho su divorcio”, afirmaron fuentes cercanas al caso. A pesar de que ambos tenían un acuerdo prenupcial que debería haber facilitado el proceso, la ruptura quedó atrapada en una atmósfera de frialdad que impide un acuerdo rápido.
La única propiedad significativa en disputa es su lujosa mansión en Beverly Hills, que fue puesta a la venta por $68 millones de dólares. Mientras tanto, Affleck adquirió una nueva propiedad en Brentwood por $20.5 millones, mientras que Lopez continúa buscando una residencia adecuada. La falta de comunicación entre los ex cónyuges llevó a que ninguno de los dos haya contratado abogados de divorcio; en cambio, el proceso está siendo gestionado por sus respectivos gerentes comerciales.
Este estancamiento generó un considerable retraso en la formalización del divorcio. TMZ también señaló que “no se presentarán documentos oficiales hasta que no se llegue a un acuerdo”. La situación parece estar estancada a menos que ambos consigan superar sus diferencias y reiniciar la comunicación.
El conflicto ha escalado en intensidad por otros factores, incluyendo diferencias en sus estilos de vida y proyectos personales. La reciente incursión de Jennifer Lopez en el mercado de bebidas alcohólicas con su línea de cócteles Delola exacerbó las tensiones, especialmente debido al historial de lucha de Affleck con el alcohol. Un amigo cercano al actor reveló que “la marca de bebidas alcohólicas de Lopez fue una de las cosas que colmó el vaso”, ya que Affleck percibió la campaña como una afrenta a su sobriedad.
Además, los contrastes en sus estilos de vida y las presiones mediáticas también jugaron un papel importante en el deterioro de su relación. “Su obsesión con la fama se volvió demasiado para él”, comentó una fuente anónima, subrayando cómo la búsqueda constante de atención por parte de Lopez impactó negativamente en Affleck.
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