Familias cruzan desde Chile a comprar mercadería en Mendoza. Aquí pagan un tercio de lo que les cuesta en su país
"Comprar en Argentina nos súper conviene. ¡Cuando se nos acabe la mercadería pensamos volver!". Elena vive en Santiago de Chile y con su familia cruzaron el fin de semana largo hasta Mendoza para surtirse de mercadería en los hipermercados y mayoristas a un precio que es un tercio de lo que les saldría en su país.
El boom chileno de compras en supermercados mendocinos fue tapa en diarios y noticieros tanto de Argentina como del vecino país. Ocurre que el finde largo de Semana Santa más de 20 mil personas cruzaron la frontera desde Chile y el movimiento se notó, pero no es algo nuevo ya hace más de un mes que venía ocurriendo en menor número.
La clave está en la devaluación del peso argentino no sólo frente al dólar sino también frente al propio peso chileno (hablaremos de eso más adelante).
Una familia que llegó a Mendoza podía cruzar la frontera con mercadería por hasta U$S300 y eso significó compras de hasta 240 mil pesos chilenos.
Y la pregunta inicial es: ¿cruzar a otro país para volverse cargados con mercadería? La respuesta es “sí”. Comprar en Argentina a esas familias les significó pagar sólo un tercio de lo que hubiesen pagado en su tierra por la misma cantidad de productos.
"Tuvimos que cerrar en cierto momento para poder reponer productos en góndola ya que no dábamos abasto", dijo Rubén David del mayorista Oscar David a Medios Andinos. Mirá la nota aquí: Chilenos coparon supermercados mendocinos
También dio pautas de lo que más llevaban los clientes del vecino país. "Llevaron muchos productos pequeños pero de valor como artículos de perfumería, limpieza o aceite de oliva", comentó. La lógica indica que el baúl es uno solo y antes de llevar mercadería de gran tamaño se optó por aquella de mayor valor y que aquí fue comprada a un tercio de lo que sale en Chile como chocolates, dulce de leche o yerba.
“Aceite, arroz, los productos de limpieza bajísimos”, enumeraba una mujer mientras disfrutaba de la exquisita carne argentina en un restaurant mendocino. Su esposo añadió que hasta en el combustible hay demasiada diferencia por lo que piensan volver: “El gasto es de 3 a 1 respecto de lo que nos sale en Chile, por lo que volveremos a comer rico y comprar”, dijo.
Otro matrimonio que compartía mesa con más de diez personas explicó que sus amigos vinieron antes y entre todos cerraron esta salida “un poco vacacionando, y otro poco ahorrando”.
Lo del ahorro viene porque por ejemplo un jabón líquido para lavar aquí lo están comprando a unos 4000 pesos chilenos en su país está por encima de los $15.000.
Otro ejemplo es que los carritos que salían llenos estaban en torno a los 230 mil pesos chilenos ($63000 pesos argentinos) que es lo que permite Aduana cruza. Si hubiesen adquirido esa mercadería en supermercados del vecino país tendrían que haber abonado alrededor de $600.000 chilenos.
Los argentinos tenemos acceso cada vez a menos cosas que hacen al bienestar mínimo y la cobertura de necesidades. El famoso “costo de vida” se ha convertido en algo imposible de llevar aquí, al contrario de lo que pasa en el vecino país.
El salario mínimo chileno es de $410 mil chilenos con lo cual una familia está bien por encima de la línea de pobreza y puede adquirir todo lo necesario para vivir bien.
Por el contrario en Argentina -según la última actualización- el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil asciende a: $80.342. Un ingreso que claramente deja por debajo de la línea de pobreza a una familia-tipo de 4 personas.
Desde el comienzo de este 2023 se está dando un esquema en lo que se refiere a cotización de las monedas de América Latina. Mientras el resto de las monedas suben y se revalúan respecto del dólar, el peso argentino sigue devaluándose.
Según indica Bloomberg, mientras que en enero-febrero el peso argentino anotó una caída de 10,5%, debido al avance del dólar oficial en el mercado mayorista; en el mismo lapso el peso chileno se apreció 4,7% respecto del dólar, es decir que la cotización del billete de EEUU bajó en el país vecino.
También ocurre con otras economías: el peso uruguayo subió 1,6%; el real brasileño avanzó un 1,5 por ciento; mientras que el peso mexicano creció en esos dos meses un 7,7% respecto del dólar norteamericano.
Para entender el boom de compras de chilenos en Mendoza no hay que entender mucho más que esto que acabamos de contarles. El peso argentino está cada vez más débil mientras pierde su lucha contra el dólar: esto a los argentinos nos rompe las esperanzas de estar mejor, mientras que el turista hace dulce con su dinero.