La deuda por importación de insumos puede regularizarse con el nuevo SEDI y el bono para pagar a proveedores.
Chau SIRA. El recién lanzado Sistema Estadístico de Importación (SEDI) promete que ese tipo de operaciones sea más fluido a partir de ahora, y ya genera expectativa entre los exportadores de Mendoza, tanto por lo que puede significar para el movimiento comercial y el acceso a dólares, como por otro factor: la opción de pagar con un bono la deuda acumulada durante las restricciones impuestas a lo largo del 2023.
Para Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo (CCEC) "en principio hay 2 cosas favorables: la primera, significa ajustarse a lo que pide la OMC para facilitar el comercio exterior. Si se logra, lógicamente se facilita también el mercado interno. Otro aspecto es que no será necesario obtener una licencia, como con las SIRA y las DJAI, sino que el nuevo sistema implica exigir una DJ para que Afip evalúe la situación impositiva".
Entre los rubros más afectados hasta ahora, y que en adelante esperan poder regularizar su situación con el cambio de modalidad está la vitivinicultura. De hecho, la mayoría de las bodegas exportadoras dependen de la importación de insumos como corchos o tapones, barricas y maquinaria, justamente los que atravesaron en los dos últimos años diversas restricciones desde la no aprobación o aprobación tardía de las SIRA y para contar con divisas para pagar, lo que complicó la relación comercial con sus proveedores.
"Estamos analizando el alcance de las medidas. Pero un 85% de nuestros asociados han tenido alguna complicación con las SIRA y SIRASE (pago de servicios al exterior)", señaló el presidente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel, José Bartolucci, sobre una estadística informal obtenida de sus 42 asociados.
Entre los puntos de la nueva resolución de Afip y la Secretaría de Comercio que quienes importan analizaban ayer están los plazos. Más allá de los 360 días de vigencia de la aprobación de una importación, rigen otros como los 3 días para corregir algún error o inconsistencia (caso el ingreso de un pago), y los 15 para inscribirse en el recién creado "Padrón de Deuda Comercial por Importación con Proveedores del Exterior”.
En Mendoza, sólo 20% son importaciones destinadas al consumo. El 80% restante se trata de "importaciones temporarias", es decir, las que implican insumos para la fabricación del producto final que termina exportándose: un ejemplo es el de un bidón, que requiere poliestireno de alta densidad como materia prima.
Allí está el grueso de los exportadores mendocinos que han acumulado deudas de distinto calibre con sus proveedores. La estimación de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo es que concentran 3% aproximadamente de la deuda comercial total a nivel país, como mínimo unos u$d 70 millones a partir de las ex SIRAs aprobadas hasta el 13 de diciembre último, y que de haber seguido en vigencia hubiera significado que llegaran a tener pendiente de pago hasta u$d 150 millones.
Ese monto acumulado se reparte, en promedio, entre al menos 100 exportadores de Mendoza nucleados en la entidad.
El BOPREAL (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre) aplica, según la Resolución 5469 de Afip publicado el martes 26, a "quienes tengan deudas por importaciones de bienes con registro de ingreso aduanero y/o importación de servicios efectivamente prestados al 12 de diciembre de 2023, inclusive".
Asimismo, se dispuso que podrán usarse para pagar o cancelar "obligaciones impositivas y aduaneras, con más intereses, multas y accesorios, cuya aplicación, percepción y fiscalización se encuentra a cargo de esta Administración Federal".
Para eso, los deudores deberán suscribir un bono emitido desde ayer y hasta el 31 de marzo de 2024 incluso, que les permita acceder a las divisas con las cuales poder regularizar su cuenta con los proveedores en el exterior.
Ante la consulta de Sitio Andino, desde la CIRA (Cámara de Importadores de la República Argentina) evitaron hacer declaraciones al respecto.
Sin embargo, dejaron entender que la expectativa está centrada en el cierre de la primera licitación semanal del bono, éste miércoles 27. Aparentemente, el sector quiere esperar a ver cómo evoluciona la primera colocación, y si se generará (y como) un eventual mercado secundario donde negociarlo.