El sector frutihortícola atraviesa una situación crítica tras el aumento de verduras y una baja sostenida en el consumo. ¿Qué dicen desde la Mesa Agroalimentaria?
Luego del aumento de las verduras, ¿cuál es la situación de los productores en Mendoza?
Días atrás, la Unión Frutihortícola Argentina confirmó un aumento en todas las verduras que sufrieron daños tras las heladas que acompañaron la llegada del invierno. Entre la mercadería afectada se encontró el tomate, la berenjena, el choclo, el pimiento y el zapallito. Tal situación impactó de forma directa en la disponibilidad de la oferta y disparó los precios en los comercios.
El escenario se agravó por la llegada de heladas en lugares donde no es habitual, tal como pasa en el norte. En diálogo con SITIO ANDINO, Diego Montón –referente de la Mesa Agroalimentaria– explicó: “Ha helado en lugares donde no suele helar, en provincias del norte que son las que suplen a Mendoza en esta temporada con verdura y fruta”. Sin embargo, señaló que en la provincia aún hay disponibilidad de productos resistentes al frío como repollo, brócoli, coliflor, acelga y espinaca.
Montón agregó que hay otros factores, además del climático, que impactan directamente sobre el precio de los productos en los comercios. “El 30% del costo está asociado a la logística, y eso hace que sea cada vez más complicada la dinámica del mercado de frutas y hortalizas”, explicó. Las malas condiciones de las rutas también inciden en el encarecimiento del transporte, agregó.
Resaltó que el aumento de precios no se traslada a ningún tipo de retribución económica a los productores: “El sector productivo está muy mal, en una crisis muy complicada porque ninguno de los aumentos de precios se ha ido trasladando al productor”.
A partir del análisis que hacen desde su sector, Montón señaló que el consumo ha disminuido notablemente: “Tenemos un local que vende directo del productor al consumidor, y estamos vendiendo la mitad de frutas y hortalizas que el año pasado”. La baja no sólo afecta a los productos convencionales, sino también a los agroecológicos, cuya demanda cayó “mucho más”, según el referente.
Asimismo, anticipó una temporada difícil: "Concretamente los productores de nuestras cooperativas están achicando. La temporada primavera-verano va a ser de una gran reducción”. A esto se le suma la falta de financiamiento: “No hay acceso al financiamiento para recuperar capital y sembrar”, concluyó.
En este contexto complejo, el sector agroalimentario atraviesa una situación crítica marcado por el aumento de costos logísticos y una baja sostenida en el consumo. En los próximos meses proyectan una reducción de sus cultivos y la temporada primavera-verano se presentará con fuertes desafíos que impactarán tanto en quienes producen como en quienes consumen.