Cría de ovejas en Malargüe.
Tras la realización de la XIX Fiesta Provincial del Cordero, realizada en Malargüe, sectores productivos ganaderos del departamento, aprovecharon para remarcar la recuperación de la actividad ovina, luego de una fuerte caída provocada en el Siglo XX, y luego de que la Argentina fuera uno de los mayores productores mundiales.
Este año la Asociación Ganadera del Secano Mendocino, acompañada por el municipio local, recuperó la Fiesta Provincial del Cordero, celebración que sirvió para visibilizar una de las actividades pecuarias que fue pilar de la economía en el departamento de Malargüe a mediados del Siglo XX y hasta la década de los ’80: la cría de ganado ovino; economía que fue perdiendo fuerza por diferentes factores, desde la pérdida de valor de la lana por la aparición de otras fibras textiles sintéticas, hasta el empobrecimiento de los campos del sur mendocino, sin dejar de mencionar el “reemplazo de ovejas por el ganado caprino y vacuno”, especie esta última “con menores costos de menos de obra”, menos vulnerable a la predación de carnívoros salvajes, entre otras causas.
Argentina, se estima que a comienzos del Siglo XX llegó a contar con 80 millones de cabezas de ovejas, cantidad que fue disminuyendo en cien años hasta llegas a las 12,5 millones de cabezas, según datos que surgieron de censos oficiales en 2002.
Malargüe y el sur de San Rafael no fueron la excepción, estimándose que la caída en ese lapso de tiempo fue de igual porcentaje, con ejemplos de productores que poseían entre 3 mil a 6 mil cabezas, y que ahora sus sucesores crían unas 400.
Pero un dato aliciente surgió en la última década, el que indica que la actividad ha tenido una recuperación del 12% luego del piso antes mencionado, generando optimismo en productores locales y asociaciones ganaderas, como la del Secano Mendocino que conduce en Malargüe Lisandro Jaeggi, certidumbre que manifestaron en la reciente Fiesta Provincial del Cordero.
“Súper satisfactorio todo, no solamente lo que pueden ver en estos momentos que está en su esplendor, sino también lo que generamos con charlas técnicas que vincularon a productores con alumnos de las escuelas”, comenzó analizando Lisandro Jaeggi.
Más adelante el médico veterinario dijo que diferentes sectores de la comunidad descreyeron en que el acontecimiento fuera el impulso para entrever la ganadería ovina, remarcando “demostramos lo contrario que si pueden ser productivas y por su puesto siempre esperamos la mayor participación” de los productores.
Uno de los productores que destacó este avance en la actividad ovina, fue Jorge Correas, propietario de Cabaña Santa Elena, que desde hace más de dos décadas viene desarrollando distintas estrategias para mejorar razas y con ello el consecuente crecimiento de la actividad.
Correas se centró en ponderar el trabajo de la Asociación Ganadera del Secano Mendocino, que conduce, con un importante equipo de productores y profesionales, Lisandro Jaeggui, además de la conformación firme de esta institución intermedia.
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