Los imprescindibles de Mendoza

Sergio Embrioni, el hombre bueno del rock mendocino

Estuvo en Los Enanitos Verdes y en Alcohol Etílico. Hizo historia en la Vendimia. Y Sergio Embrioni un día decidió partir sin dar más explicaciones.

Por Walter Gazzo

Sergio Embrioni nació el 16 de septiembre de 1960 en Mar del Plata, partido de General Pueyrredon, Buenos Aires. Fue hijo de Ricardo Embrioni (pintor, escenógrafo y director de arte de diario Mendoza) y de Julia Rosales y hermano de Elena Embrioni.

La historia de amor entre Ricardo y Julia nació en una Vendimia, en la cual el papa de Sergio fue convocado a trabajar por su impronta artística. Ese amor siguió con el casamiento de la pareja y la posterior separación. Por ese motivo, cuando Sergio tenía dos años se instaló en Mendoza junto a su madre.

Sergio cursó sus estudios primarios en el colegio ICEI; los primeros años secundarios los hizo en la ENET N°2 Ingeniero Álvarez Condarco y los últimos en la escuela ubicada en Lavalle y José Federico Moreno, en la Ciudad de Mendoza.

Desde chiquito empezó a estudiar música –especialmente guitarra- y uno de sus primeros maestros fue el gran Tito Francia.

Y desde muy joven empezó a transitar su carrera dentro del rock mendocino. Durante una época de su vida, vivió en Videla Correa y España, la zona de la Cuarta Oeste y allí conoció a Felipe Staiti, con quien se juntaba a tocar habitualmente; a Daniel Carniello y muchos músicos más.

En 1976 forma parte de Aliter con Pierino Raguso y Darwin Camacho, con mucha reminiscencia a Sui Generis. Después formó Hormiga Atómica y fue parte de Piñón Fijo (1981) junto a Dimi Bass, Nicky Imazio, Rulo Palero, Eduardo Aveni y “Cordero” Rogel.

En 1983 la banda Chris llega a su fin (Daniel Carniello, Carlos Sisinni, Dimi Bass y Adrián Vinacourt), grupo que después aportaría integrantes a Alcohol Etílico. Sergio Embrioni era uno de los hombres a formar ese grupo pero cuando la banda estaba por empezar su derrotero, Sergio se fue a integrar Los Enanitos Verdes. En 1985, cuando Natalio Faingold decide irse a Alcohol Etílico, Sergio Embrioni vuelve a la banda.

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Enanitos Verdes: Marciano Cantero, Sergio Embrioni, Daniel Piccolo y Felipe Staiti.

Enanitos Verdes: Marciano Cantero, Sergio Embrioni, Daniel Piccolo y Felipe Staiti.

Sergio fue parte de Alcohol Etílico durante varios años hasta que a principios de los 90 decide irse a vivir a Brasil, lugar donde se radicó por tres años. A su regreso decide casarse con la artista Visual Modesta Reboredo y tiene sus hijos: Juan Embrioni Reboredo y Francisca Embrioni Reboredo, que acompañan a su primera hija, Marina Embrioni Cabrera.

Por el año 2002 decide volver a la música y funda el grupo Mañol, con el que toca en varias oportunidades. Mañol pasó a ser su motor de vida y, en el medio, se hacía regalos de esos que sólo los músicos suelen ofrecerse: tocar con sus amigos de siempre, de esos que lo bancaron y lo disfrutaron.

En una de esas vueltas, en el año 2006 Walter Neira lo entusiasmó para que hiciera algo en una Vendimia y se tiró nada menos que a ser el director musical de la Vendimia de la tierra mágica. “Siempre me gustaron las Vendimias pero las miraba de reojo, sin animarme a pensar que podía hacer algo” comentó un día mientras en plena entrevista. Y, como buen osado, se metió con algo grande, como crear una nueva versión de “Canto a Mendoza”, la histórica marcha que caracteriza a nuestra fiesta mayor.

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Alcohol Etílico: Sergio Embrioni, Horacio Gomez, Dimi Bass y Adrián Vinacourt.

Alcohol Etílico: Sergio Embrioni, Horacio Gomez, Dimi Bass y Adrián Vinacourt.

Así, como generoso que era, nos regaló una versión estupenda, que sacude las tripas, que mueve los pies y que nos hace sentir bien mendocinos. Es la que desde 2006 se decidió usar, de manera oficial.

La noticia de su muerte llegó el 17 de febrero de 2011. Fue su decisión partir de este lugar y nos dejó sin reacción y con mucho tiempo a preguntarnos si no fuimos capaces de ayudarlo.

Sergio Embrioni fue Beatle y Rolling Stone a la vez en una provincia que amaba. El tiempo lo fue ubicando en otros lugares, en otras responsabilidades.

Hay momentos, flashes, que obligan a recordar a Sergio por siempre. Como cuando bajó del escenario del Bustelo después de cantar con Marciano Cantero, Felipe Staiti, Dimi Bass y Natalio Faingold el glorioso “Lamento boliviano” esa noche del 3 de setiembre del 2010. Desde arriba de las tablas le explicó a la multitud que ahí estaban los que le habían dado un nuevo sonido al rock latino.

Lamento Boliviano por Enanitos Verdes, Dimi Bass, Sergio Embrioni y Natalio Faingold

O como cuando Ariel Roth, que pasaba con su gira “Dos Rodríguez” junto a Andrés Calamaro por Mendoza, se obsesionó por la Fender Telecaster -esa misma que estuvo al servicio de Los Enanitos y Los Alcoholes- que estaba viendo en las manos del talentoso Embrioni y terminó comprando.

Siempre fue generoso y viajero y ese día de febrero del 2011 decidió irse de nuevo, en busca de nuevos caminos.

"Hay hombres y mujeres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles" (Bertolt Brecht).

Sergio Embrioni - Mañol

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