Este lunes, la Legislatura Mendoza dio un reconocimiento a la Asociación “Quimio con pelo Mendoza”. La misma logra prevenir la alopecia en tratamientos contra el cáncer.
La Legislatura Mendoza reconoció a la Asociación "Quimio con pelo Mendoza", que ayuda a prevenir la alopecia durante el tratamiento contra el cáncer.
Este lunes, la Legislatura Mendoza dio un reconocimiento a la Asociación “Quimio con pelo Mendoza”. La misma logra prevenir la alopecia en tratamientos contra el cáncer.
Los cascos fríos, también llamado Sistema Paxman, están aprobados por la FDA (Food and Drug Administration: Administración de Medicamentos y Alimentos) y la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
Consisten en la construcción de una gorra ajustable de silicona, cuya función es descender la temperatura del cuero cabelludo a -18 o -20 grados en forma continua, antes de que la persona sea inducida al tratamiento de quimioterapia, durante y post quimio.
De esta manera, se produce la vasoconstricción de los capilares que irrigan el folículo piloso y se logra la disminución de la droga utilizada para el tratamiento quimioterapéutico, evitando así la pérdida total del cabello.
Las representantes de la Asociación recibieron de manos de la diputada Cintia Gómez (JxL-LUM) el diploma de reconocimiento y la copia de la Resolución 46/24 que dio origen al acto de distinción.
“Somos un grupo de varias mujeres y entre nosotras nos vamos acompañando para traer soluciones. Lo que hacemos es buscar fondos y proveer a aquellas mujeres que económicamente no pueden acceder a los cascos fríos”, dijo Romina Terranova, representante de la organización.
La Asociación nace de la iniciativa de Paula Estrada, oriunda de la provincia de Buenos Aires, quién implementó el uso de cascos fríos para evitar perder su cabello durante la quimioterapia que llevaba adelante por un cáncer mamario.
De la mano de la mendocina Romina Terranova, llegó a la provincia de Mendoza a través de “Quimio con pelo Mendoza”. Esta comunidad tiene como objetivo acompañar el proceso de personas que padecen cáncer, por lo cual deben llevar adelante tratamientos de quimioterapia.
En muchos de estos casos, la utilización de cascos fríos logra la disminución de pérdida capilar ante tratamientos invasivos como lo son este tipo de terapias.
La asociación se volvió conocida por su innovador y económico sistema respecto a los materiales para la fabricación de cascos, su impacto positivo en las personas diagnosticadas con cáncer y el uso adecuado de los mismos que impidió la alopecia en la mayoría de los casos. De esta manera, en poco tiempo, se sumaron más pacientes que padecían esta enfermedad, para bajar la probabilidad de pérdida capilar.
El tratamiento con los cascos tiene un 60% de efectividad que, consecuentemente, no sólo beneficia clínicamente al paciente, sino además lo hace tanto a nivel emocional como psicológico, entre tanto se lleve a cabo el proceso médico.
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