El nuevo impulso del Gobierno a la reforma constitucional se encamina hacia el mismo desenlace que tuvo en 2021, a meses de haberse presentado en la Legislatura: el naufragio. Es que pese a que Cambia Mendoza amplió su representación parlamentaria desde el 1º de mayo, todavía requiere de los votos del peronismo para avanzar en una modificación de la Carta Magna. Y desde la principal fuerza opositora -como hace un año atrás- ratificaron su negativa a acompañar el proyecto de Rodolfo Suarez.
Asimismo, la relación entre ambos espacios -que tendía a encauzarse con el recambio legislativo tras un acuerdo entre los jefes de bloques- volvió a enfriarse (incluso se agrietó más) tras el caso Bonarrico, por el cual el Frente de Todos exige la presencia del ministro de Gobierno Víctor Ibañez en el parlamento, y desde el Ejecutivo se resisten.
Bajo ese contexto, el oficialismo apretó este jueves el acelerador. Por un lado, el Gobernador volvió a explicar las “bondades” de su propuesta y a reclamar el tratamiento, más como una expresión de deseo que como una fuerte convicción. Insistió que la iniciativa apunta a reducir el costo de la política y acusó al PJ de querer “mantener la corporación legislativa”, en relación a que el texto prevé la eliminación de una de las dos cámaras de deliberación de leyes.
“Proponemos una reforma constitucional empática con los mendocinos y mendocinas. Hace tiempo que (los legisladores opositores) la tienen y han tenido tiempo suficiente para estudiarla. Hay que preguntarles a ellos por qué no la quieren”, sostuvo durante la inauguración de un nuevo edificio en el Polo Judicial, acto que marcó su primer contacto con la prensa tras la polémica por el subsidio a la fundación del exsenador de MasFe.
Por otra parte, los senadores y diputados oficialistas recibieron en la reunión conjunta de las comisiones de LAC a la abogada constitucionalista Gabriela Ábalos, en el reinicio de los espacios de debate con especialistas que se llevaron adelante durante el año pasado. Sin embargo, la mecánica fue la misma que por entonces: los invitados charlando solo con representantes de Cambia Mendoza.
Horas antes, el peronismo había anticipado que no participaría del encuentro a través de un comunicado en el que pidió “el restablecimiento del orden institucional en Mendoza”. “Es imposible pensar en un debate serio y sincero acerca de una reforma constitucional en Mendoza, si no se respeta mínimamente lo ya establecido por nuestra Constitución respecto de la rendición de cuentas ante esta Legislatura”, expusieron desde el PJ.
Además, plantearon la necesidad de priorizar los “temas vinculados a los problemas de la gente”, entre los que mencionaron a la inseguridad, salud, producción, trabajo, infraestructura escolar, salario de estatales y la economía; y dejar atrás “los debates estériles en el actual marco de desconfianza y ausencia de diálogo entre las dos principales fuerzas políticas”.
De este modo, las palabras de la jueza del Tribunal de Gestión Asociada en lo Tributario -quien desarrolló un interesante tratamiento sobre la necesidad de reforzar la autonomía municipal y descentralización del poder- no tuvo eco más allá del colectivo radical (y aliados).
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