Los procedimientos tuvieron lugar en el Gran Mendoza. A los autos robados le colocan la chapa que también es sustraída.
Tres vehículos secuestrados y una modalidad que se repite tras los robos de autos en el Gran Mendoza: la venta con documentación trucha y la suplantación de patentes. Alertan a la gente a la hora de adquirir uno. Hubo dos detenidos que quedaron a disposición de la Justicia.
El procedimiento lo hicieron los policías de la División Sustracción de Automotores y el objetivo era dar con los vehículos que presentaban pedido de secuestro por ser robados.
Un Ford Focus y una camioneta Ford Ecosport estaban pedidos desde febrero por atracos en jurisdicción de Guaymallén. Fueron los primeros vehículos que secuestraron en dos medidas que realizaron por pedido de la Unidad Fiscal de Automotores.
Ambos tenían la documentación adulterada y chapas patentes cambiadas. Esta metodología es la "más común", explicaron. Los papeles lo "truchan" y también la cédula para poder comercializarlos.
El tema de la patente es otro de los puntos que los delincuentes tienen en cuenta para poder llevar adelante la maniobra. Luego de robar un rodado, los ladrones buscan otro vehículo del mismo modelo y color para sustraer su chapa identificatoria.
Esto lo hacen para despistar y que el vehículo en cuestión no sea ubicado rápidamente por los efectivos. Como el auto original empieza a tener pedido de secuestro por ser robado y figura en los radares policiales, los ladrones le reemplazan la placa. Allí aparecen los autos "mellizos".
Mientras que los tienen escondidos para "enfriarlos" en distintos inmuebles, los miembros de la banda se encarga de falsificar todos los papeles para poder venderlos. Incluso, señalaron que en muchos casos figuran bajo nombres de personas inexistentes.
Esto es importante porque las personas que adquieren estos rodados primero pierden la plata y obviamente el auto en cuestión porque queda secuestrado y a disposición de la Justicia.
La otra camioneta que recuperaron los policías fue una VW Amarok, la cual había sido sustraída al dueño de una estación de servicio en Guaymallén. La misma fue encontrada en una zona campestre lista para comercializar con documentación apócrifa.
Luego de los procedimientos quedaron dos sujetos detenidos y a disposición de las autoridades judiciales.