El 8 de julio de 2011 desapareció María Cash. A 14 años, su familia sigue en busca de justicia y respuestas sobre uno de los casos más conmocionantes del país.
Un día como hoy, en julio de 2011, se cumple el 14° aniversario de la misteriosa desaparición de María Cash. Su caso se convirtió en uno de los más conmocionantes del país, marcado por interrogantes que aún persisten. La joven fue vista por última vez en Salta, captada por cámaras de seguridad, pero a más de una década, su paradero sigue siendo un enigma.
Catorce años después, la desaparición de María Cash sigue siendo uno de los casos más impactantes y enigmáticos de la Argentina. Tenía 29 años, era diseñadora de moda y soñaba con crear su propia marca. Con ese objetivo, emprendió un viaje desde la terminal de Retiro hacia el norte del país, específicamente a Salta, donde también planeaba reunirse con un amigo, Juan Pablo Dumon.
Días antes de desaparecer, María se comunicó con su familia para advertir que se había quedado sin dinero. “Estaba angustiada”, recordó su hermano Máximo, uno de los principales impulsores en la búsqueda constante de respuestas.
Según los primeros indicios, la joven descendió de un colectivo en Rosario de la Frontera, Salta, luego habría viajado brevemente a Santiago del Estero y regresado nuevamente a Salta, donde perdió documentos personales. El 8 de julio de 2011 fue vista por última vez a través de una cámara de seguridad en un peaje en las afueras de la capital salteña. Allí se la registró subiendo a un camión conducido por Héctor “El chaqueño” Romero, quien aseguró haberla dejado en la gruta de la Difunta Correa, en Palomitas.
Desde entonces, solo hubo testimonios aislados que describían a una mujer con signos de desorientación, lo que alimentó la hipótesis de que Cash intentaba regresar a Buenos Aires. Hoy, tendría 43 años, y curiosamente, cumplió años el pasado 4 de julio, a solo días del nuevo aniversario de su desaparición.
Romero, el camionero que la llevó por última vez, fue durante años el principal sospechoso. La Justicia lo acusó del presunto asesinato de María, debido a las múltiples inconsistencias en su relato y a pruebas circunstanciales que lo comprometían. No obstante, nunca fue condenado.
En 2024, y pese a la gravedad de las acusaciones, se le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria tras ser diagnosticado con cáncer de próstata. La familia de María, mientras tanto, sigue reclamando justicia y mantiene viva la memoria de una joven cuyo destino aún permanece sin respuestas.
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