Si estuviera en clase y no conduciendo nada más y nada menos que la economía argentina, la profesora miraría a Sergio Massa y le diría “Repita conmigo… No es un problema de crédito es un problema de ingresos”, a partir de las nuevas medidas para el aumento del límite de las tarjetas de crédito.
El hombre que no duerme da cada paso pensando en los que parecen sus dos obsesiones de esta etapa de su vida política. Demostrar que puede pilotear en una severa tormenta y jugar a su vez a ser el capitán total del barco antes que termine el año por elección propia de los tripulantes del navío.
No cabe dudas que Sergio Massa está en la triada de únicos posibles candidatos que pueden ser de síntesis del Frente de Todos, junto a Wado de Pedro y Axel Kicillof. Sin embargo tiene una desventaja mientras Wado recibe ayuda extra de los energúmenos de la oposición mercenario mediática y Axel recibe elogios de su gestión hasta de intendentes radicales, Sergio batalla día a día por no poner de campana el barco.
La decisión de ayer, presentada como una buena noticia, solo puede ser vista así con la bondad del observador que está desconectado de la realidad de millones de argentinos que sostienen viva la economía a partir de la informalidad como explicamos el último domingo.
El aumento de los límites de compra y crédito de las tarjetas no soluciona el problema de hoy en la Argentina. Solo lo complica a cortísimo plazo además de incrementar el negocio de los bancos y entidades financieras que incrementan inmediatamente sus acreencias a los usuarios a tasas realmente usurarias.
Solo hace falta entrar a las condiciones en las que financian algunas tarjetas tanto de crédito como de billeteras virtuales para tomar nota de la situación que el Gobierno no registra.
El problema no es de límites de endeudamiento sino de ingresos, algo que ya hemos explicado hasta el cansancio en estos espacios.
Con la mayoría de los trabajadores registrados por debajo de la línea de pobreza y cada vez más trabajadores y trabajadoras desempeñándose en la economía informal en todo tipo de actividades el aumento de los límites solo potencia el negocio de los eternos ganadores del sistema mientras a los laburantes les queda la deuda.
Nada nuevo, ya lo escribió de Héctor Roberto Chavero junto a su esposa Nenette Pepin Fitzpatrick en 1944:
Las penas y las vaquitas
Se van par la misma senda
Las penas son de nosotros
Las vaquitas son ajenas
Según los últimos datos del Banco Central y el INDEC las compras con tarjeta de crédito de alimentos y bienes de primera necesidad se dispararon fuertemente elevando fuertemente en endeudamiento familiar. Las ventas con tarjeta de crédito significaron el 35,7% de las ventas totales y se dispararon 111,7% contra el año pasado
La decisión del gobierno además de los inconvenientes que ya marcamos carece de universalidad un trabajo del Ministerio de Desarrollo Social realizado en la gestión de Daniel Arroyo (por lo tanto Sergio Massa no debería desconocer) y último dato disponible marcaba solo el 46 por ciento de los hogares tiene acceso a por lo menos una tarjeta de crédito. Son más los que al menos tienen una tarjeta de débito (59%) y un 10 por ciento de los hogares tiene algún plástico de descuentos etcétera vinculadas a cadenas comerciales, en tanto que más de un cuarto de los hogares (26%) no tiene acceso a ninguna tarjeta.
El trabajo de Arroyo destacaba que el financiamiento al que acceden los beneficiarios de la AUH está relacionado con familiares y amigos en más del 60 por ciento de los casos, el fiado a precios altísimos en los comercios de cercanías (54%), el prestamista del barrio o cercanía más del 30% y por último las líneas del crédito del ANSES con poco menos del 30 por ciento (28%)
El endeudamiento en esos sectores se toma fundamentalmente en más del 70 por ciento para la compra alimentos, más del 30 por ciento para pagar el alquiler y un 50 por ciento para pagar deudas anteriores.
El jueves otra vez Cristina Fernández de Kirchner se quedará con la centralidad política de la semana en un día en que probablemente de más pistas de cuál debería ser el programa de unidad y gobierno del/los candidatos, resolución que llegaría después del 11 de junio día en que votarán San Luis, Corrientes, Mendoza y Tucumán.
Seguramente otra vez la economía estará sobre el escenario como parte de la tensión permanente en la discusión política y de cerrar los nombres de los candidatos, tanto en el oficialismo como en la oposición.