Análisis

Milei, el rey de las fantasías políticas y económicas

Javier Milei arrancó la semana en un estudio de TV en vivo, algo inédito desde que es presidente. Las fantasías de un Ejecutivo asilado de la realidad.

Por Marcelo López Álvarez

El fin de semana no fue para nada bueno para el Gobierno, a tal punto que el presidente Javier Milei decidió romper la regla de las notas grabadas y editadas para presentarse en vivo en los estudios de La Nación + un lunes a las 9 de la mañana.

Claro que con condiciones que las luces estuvieran semi prendidas, tratamiento de los ángulos y tiros de cámara, que se lo dejara hablar y preguntar poco y que en el estudio permaneciera solo la gente estrictamente necesaria, según confirmó una fuente del canal.

La aparición televisiva de Milei solo reforzó la teoría de que su manejo del poder es escaso, y sigue abriendo interrogantes sobre quién toma las decisiones de fondo y que cuando el decide lo hace por arrebatos como el “despido” del Subsecretario de Trabajo, en vivo y según se cuenta solo con el conocimiento de su hermana y Nicolás Posse.

El despido sin anestesia de Omar Yasín haciéndolo responsable de algo que es absoluta responsabilidad del Secretario Legal y Técnico Javier Herrera Bravo (hombre de Mauricio Macri) y del propio Javier Milei, trae otro inconveniente al Gobierno que nadie le hubiera aconsejado al Presidente, la ruptura de negociaciones con los sindicalistas más blandos.

Yasín es un hombre del riñón de Jorge Triaca que ayer no dejaba de hacer trascender su enojo. Pero por qué es tan importante; porque el ex ministro de Trabajo de Mauricio Macri es quien llevaba adelante las conversaciones con los sindicalistas más amigables o siempre catalogados oficialistas como Gerardo Martínez o Armando Cavalieri, en busca de acuerdos para avanzar con la flexibilización de algunas condiciones laborales como primer paso de la reforma laboral de fondo que imagina el Ejecutivo libertario. Esos puentes hoy están totalmente cortados, que se arregle como pueda fue la síntesis del enojo de Triaca después de enterarse por televisión, al igual que el despedido, que se lo hacía responsable del amateurismo del entorno del Presidente.

Milei y la fantasía de la inflación y las promociones.

Mientras ya es un hecho que en marzo se está viviendo un rebrote del proceso inflacionario que (se confirmará esta tarde) parecía amainar en febrero, el Presidente y sus seguidores siguen alimentando la fantasía de la inflación falsa por culpa de las promociones de los supermercados.

El nuevo relato -que ratificó ayer en la aparición televisiva- se hace carne en el Ejecutivo pero demuestra un absoluto desconocimiento de cómo funcionan los precios en el sector supermercadista que además solo representa aproximadamente el 50 por ciento del consumo total de los argentinos (en este dato hay mucha disparidad según quien lo brinde).

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Luis Caputo en la reunión de ayer con los supermercadistas. Al igual que Javier Milei el ministro sostiene que los precios están a la bajo por las promociones.

Luis Caputo en la reunión de ayer con los supermercadistas. Al igual que Javier Milei el ministro sostiene que los precios están a la bajo por las promociones.

Desde Economía, en la reunión de ayer, se le pidió al sector un "sinceramiento" de los precios a la baja, que en vez de hacer 2 por 1 rebajen un 50 por ciento el precio del producto.

El inconveniente es que el Gobierno de inexpertos e improvisados no sabe cómo funciona el sistema.

El supermercadismo trabaja con precios promedio. Por ejemplo, el precio promedio de un sachet de leche de la marca X es 10 pesos. Y en base a ese valor acomodan promociones, ofertas etc. para que a fin del mes el precio promedio de todos los litros de leche de la marca X sea de 10 pesos. Ese precio promedio suele ser muy similar al precio de esa leche en un mercado barrial o al sugerido por la empresa productora.

Por otro lado, los supermercados suelen aplicar para las promociones las ventajas que obtienen de los productores o elaboradores a la hora de pedir descuentos por cantidad, vender posiciones de góndolas etc., a lo que hay que sumar los manejos de stocks o de cercanía de fecha de vencimiento que llevan a super a poner un producto casi al costo.

Además, que el Gobierno parece desconocer que las promociones no son aplicadas a los productos de primera necesidad o de la canasta básica.

Por todo esto es que la idea de que las promociones son para ajustar precios a la baja es absolutamente errónea y por eso las promociones en los supermercados existen desde hace años y son casi tan viejas como el supermercadismo en la Argentina.

El Gobierno reclama al supermercadismo es una estrategia poco sencilla y casi imposible en el contexto de un rebote inflacionario y política tarifaria que multiplicará por 4,5 o más las facturas de energía en los próximos meses. Una fuente del sector se mostró más que sorprendida ayer luego de la reunión por el desconocimiento del tema del Ministro y los funcionarios.

El comunicado del Ministerio de Economía (que se puede leer aquí) es la clara muestra del fracaso de la reunión.

El gobierno parece en una encrucijada llena de inexperiencia, necesidades y por sobre todas las cosas falta de respuestas.

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