"Que era facho, era facho", dice una mujer, estudiante tardía de Letras, en la tribuna del estudio 1 de Canal 7, dispuesta para asistir al programa que hace dos semanas empezó a grabar Ricardo Piglia y que podrá verse desde el sábado 7 de septiembre. El facho, para la estudiante tardía y aplicada, es Borges, y de ese modo le demuestra a su amiga que está en tema: en este último programa, Piglia hablará sobre Borges y la política.
Y por ser el último, se percibe un ambiente de fin de cursada. El público está ansioso mientras un camarógrafo liquida una mandarina frente a un tacho de basura. En tanto, terminan de maquillar a Piglia, quien asegura no tener rituales antes de entrar al estudio aunque sí prevalece en él la sensación de que todo va a ser un desastre y que preferiría no estar presente, "pero después tengo que entrar dice en el pasillo y entonces los nervios, aunque parezca raro, ayudan a concentrarme".Y después de hacer su entrada y ordenar apuntes y fotocopias de textos en el atril, lo primero que dice Piglia es que, efectivamente, Borges era un hombre de derecha.
"Yo diría que es el último intelectual de derecha, el único que dice las cosas que la derecha no se anima a decir", explica Piglia mientras la estudiante tardía asiente desde su rincón en la tribuna. Asiente como si él pudiera verla, pero Piglia mira hacia otro lado y se acuerda de Borges invitado a un homenaje a Dostoievski. En cuanto le dieron la palabra, Borges dijo: "Como a mí Dostoievski no me gusta, voy a hablar sobre Dante". Y así, dice Piglia, Borges hablaba de lo que él quería. Tenía sus convicciones.
Por ejemplo la vez que Vargas Llosa visitó a Borges en su departamento de tres ambientes, con goteras, y el peruano le preguntó cómo podía ser que viviera en un lugar como ese. Borges lo despidió: "Los argentinos no hacemos alarde" y al día siguiente contaba que lo había ido a visitar un peruano, "que debe trabajar en una inmobiliaria porque pretendía que me mudara", decía Borges y así explica Piglia los gestos de austeridad de una posición "aristocrática anticapitalista".
"Los mejores escritores del siglo XX apunta Piglia y la estudiante tardía anota eran muy parecidos a Borges: Pound, Celine, Faulkner, Gombrowicz." El punto es que todos los escritores más o menos interesantes de la Argentina han tenido problemas con la cultura progresista que encuentra su modelo en Mafalda. Y la explicación es que la cultura argentina sería una cultura de izquierda. "Me da la sensación señala Piglia de que la izquierda tiene, en la cultura argentina, un peso que no lo tiene electoralmente. Y así cuesta mucho ser de derecha."
Fuente: Revista Ñ