"Por disposición de la presidenta de la Asamblea Nacional (Legislativo), Gabriela Rivadeneira, se convocó a los asambleístas a la sesión (...) del Pleno, con la finalidad de votar el proyecto de Ley Orgánica de Comunicación", señaló un comunicado.
"Por disposición de la presidenta de la Asamblea Nacional (Legislativo), Gabriela Rivadeneira, se convocó a los asambleístas a la sesión (...) del Pleno, con la finalidad de votar el proyecto de Ley Orgánica de Comunicación", señaló un comunicado.
La votación fue pospuesta en julio de 2012 por falta de quórum. El proyecto incluirá cambios con respecto al texto original, que serán precisados el viernes por el diputado del movimiento de izquierda Alianza País, Mauro Andino.
Se prevé que la iniciativa será aprobada debido a la mayoría absoluta del oficialismo, que desde el 14 de mayo ocupa 100 de los 137 escaños legislativos.
El Parlamento votará uno por uno el centenar de artículos de la propuesta, que reduciría sustancialmente el espacio del sector privado mediante una nueva repartición de frecuencias de radio y televisión, por lo que el proceso podría tardar varios días. La oposición y varios medios denuncian a la ley como una "mordaza" a la libertad de expresión.
El proyecto establece que 34% de las frecuencias sean concedidas a medios comunitarios, 33% a públicos y 33% a privados con fines de lucro.
El sector privado controla actualmente el 85,5% de las frecuencias radiales y 71% de las televisivas, según la estatal Superintendencia de Telecomunicaciones.
Asimismo, la iniciativa propone un consejo de regulación con potestad para sancionar con multas a las empresas que se nieguen a rectificar informaciones.
Esa instancia estará integrada por cinco miembros, entre los cuales un delegado del gobierno, uno de los municipios, uno de los gremios de comunicación, uno de los organismos de control de la función pública y uno de las universidades estatales.
La ley se enmarca en la disputa entre el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, y un sector de la prensa al que acusa de manipular la información y llevar a cabo una campaña de desprestigio y desestabilización.