Los titulares de los periódicos en los últimos años nos muestran con letras de catástrofes e imágenes impactantes, inundaciones, sequías, tormentas con vientos huracanados, disminución de los glaciares, ríos crecidos y/o con mínimos caudales entre otros.
Estamos hablando del cambio climático, se encuentra entre nosotros y llegó para quedarse. Deberemos convivir con él, atacar sus causas y disminuir sus efectos.
El cambio climático es un hecho científico y de suma actualidad. El clima global está siendo alterado significativamente como resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero, tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos.
Así una porción creciente de radiación infrarroja terrestre esta siendo atrapada, lo que causaría un aumento de la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C produciendo el conocido Efecto Invernadero. Consecuencia de ello, también se alterarían los patrones de precipitación global y corrientes marinas.
Ahora bien, y pese a que existe un acuerdo general sobre estas conclusiones, hay una gran incertidumbre con respecto a las magnitudes de estos cambios a niveles regionales. Es que los cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc.
Estos potenciales cambios, están ligados a grandes alteraciones en los ecosistemas globales, así por ejemplo y como lo demuestran algunos trabajos científicos, ciertos rangos de especies arbóreas, podrán variar significativamente.
El impacto sobre el medio ambiente en general repercutirá en forma directa sobre los seres humanos, Así podríamos hablar de inundaciones de terrenos costeros y ciudades, tormentas más intensas, extinción de incontables especies de plantas y animales, fracasos en cultivos en áreas vulnerables, aumento de sequías, etc, lo que acarrearía la expansión del área de enfermedades infecciosas, desabastecimiento, y numerosos perjuicios materiales.
Por cambio climático se entiende la variación global del clima de la Tierra. Algunos estudiosos del tema sugieren que el término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global.
Por su parte, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el segundo párrafo de su Artículo 1°, usa el término sólo para referirse al cambio por causas humanas: Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables En algunos casos se utiliza también la expresión cambio climático antropogénico.
Por otro lado prefiere hablar de variabilidad natural del clima, al producido constantemente por causas naturales.
Más allá de estas precisiones conceptuales, como hemos dicho, el cambio climático es una de las grandes cuestiones globales de la actualidad. Sequías, incendios forestales, olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones y tormentas han sido algunas de las catástrofes cada vez más comunes en los últimos años. Ninguna región del mundo está o estará exenta de sus consecuencias.
Es por esto, que dichas advertencias han llevado a una reacción gubernamental mundial, expresada en diversos estudios y conferencias, incluyendo tratados enfocados a enfrentar y en lo posible solucionar la crisis. Aún más, recientemente, a convocatoria de Reino Unido, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró la primera reunión sobre cambio climático en su historia.
En mayor o menor medida nuestra Provincia está empezando a sufrir los avatares de este fenómeno. Si bien la Ley provincial N° 5.961 contiene ciertas disposiciones con respecto a lucha contra los diversos problemas que acarrea el cambio climático, somos conscientes y así lo demuestra la realidad actual, de que dichos efectos perjudiciales se están produciendo con una periodicidad alarmante.
Hoy en la provincia parece haberse generado una falsa disyuntiva, agua para el agro o agua para la producción petrolera.
En realidad todas las actividades del hombre requieren del agua como fundamento para desarrollarse. Nosotros creemos que desde los poderes de gobierno, adoptando una política de Estado se deben atender las causas y las consecuencias del cambio climático y en particular las referidas a la política del agua.
Ministerio de Medio Ambiente, IANIGRA, CRICYT, Irrigación, Dirección de Hidráulica, Ministerio de Economía, Municipios, son algunos de los entes que deben atender la problemática. Asi, es necesaria la inminente conformación de un órgano con competencia específica en el tema integrada por personas capacitadas para el abordaje de esta problemática.
Durante mi mandato como Senador de la Provincia propuse en su momento un cambio en la ley 5961 de Preservación Conservación Defensa y Mejoramiento del Medio Ambiente incorporando precisamente dos artículos que atendieran a la temática:
Proponíamos que el Consejo Provincial del Ambiente se integrara por un (1) representante del Ministerio de Medio Ambiente, urbanismo y vivienda, un (1) representante del IANIGRA, un (1) representante del CRICYT, un (1) representante de la Dirección de Hidráulica, 1 (un) representante del Departamento General de Irrigación, y un (1) representante por las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), constituidas legalmente, privadas, estatales o no, que tengan entre sus objetivos el estudio, la investigación y/o la preservación del ambiente y los recursos naturales, el cual será elegido por ellas de acuerdo a la forma que determine la reglamentación de la presente ley. Asimismo, por invitación del Consejo o del Poder Ejecutivo podrán integrarlo aquellas entidades que por su accionar demuestren preocupación por la problemática ambiental.
Además proponíamos que con especial atención, el Consejo Provincial del Medio Ambiente deberá investigar, asesorar y generar políticas sobre el Cambio Climático. A estos efectos debía abocarse particularmente al tratamiento de temas tales, como: desertificación; derretimiento de glaciares; plagas; energías alternativas; creación de nuevas represas y aprovechamiento integral de ríos y arroyos; política aluvional; impermeabilización de canales; reciclado, reutilización y recuperación de materiales; preservación, control y análisis de la calidad del aire, de acuerdo a lo prescripto por la ley 20284.
El proceso de reforma constitucional nos brindaba una gran oportunidad para debatir y tomar decisiones sobre el agua, y el derecho a su acceso, otro argumento de peso por el cual creemos impostergable su tratamiento.
Nuestro oasis artificial se encuentra en riesgo. No sólo la actividad económica de la provincia puede verse amenazada seriamente, sino que el sustento de un sistema de riego artificial, basado en la riqueza acuífera de nuestros ríos, y las aguas subterráneas empieza a verse apremiada por la crisis climática mundial.