Bolivia festejó el reconocimiento del mascado de coca por parte de la ONU
El primer presidente indígena, Evo Morales, consideró la decisión de la ONU como un triunfo que demuestra que la hoja de coca "no es estupefaciente" sino parte de la vida y la cultura de su pueblo. Hubo manifestaciones en distintos puntos del país.
Rodeado por una multitud, el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró ayer al grito de "Viva la coca, mueran los yanquis" "Kausachum coca, huañuchum yanquis", en quechua el reingreso del país a la Convención Antidroga de las Naciones Unidas con una excepción sobre el mascado de la hoja de coca. El mandatario se dirigió a decenas de miles de personas en la ciudad central de Cochabamba, que acogió la mayor de las concentraciones de ayer en el marco de una jornada nacional dedicada al masticado de coca, el "acullicu".
Al terminar su discurso, el primer aymara en llegar al Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano, proclamó un sonoro "Misión cumplida", que fue acompañado a coro por los presentes. "Llegó el triunfo para que el mundo reconozca que la hoja de coca no es veneno, que la hoja de coca no es estupefaciente, que la hoja de coca es parte de nuestra vida y de nuestra cultura", expresó, mientras en La Paz miles de personas marchaban por las calles céntricas. Manifestaciones semejantes se repitieron en la oriental ciudad de Santa Cruz y otras urbes, donde los campesinos protagonizaban festestejos alusivos.
Grupos indígenas y de productores de coca explicaron a los curiosos que en su estado natural la coca no es cocaína, y mostraron decenas de productos derivados de la industrialización de la hoja, entre ellos infusiones, preparaciones medicinales, pomadas, champús, compuestos energéticos, harinas y otros alimentos y golosinas (tallarines, pasteles, caramelos).
En Bolivia y los demás países andinos, una mayoría de la población "acullica" para disipar el cansancio y el hambre y combatir el "mal de altura" (apunamiento).
La Organización de las Naciones Unidas anunció la semana pasada que sólo 15 países, con Estados Unidos a la cabeza, presentaron objeciones a la excepción planteada por Bolivia sobre el veto al "acullicu" fijado en la Convención Antidroga vigente desde el año 1961. Para frenar la solicitud boliviana habría sido necesaria la oposición de al menos 61 de los países miembros de la ONU.
Tras un año de ausencia, Bolivia retornará el 10 de febrero a la Convención con la aplicación de esa excepción sobre el masticado de la hoja dentro de su territorio, pues a nivel internacional la planta seguirá en la lista de estupefacientes de la ONU.
Morales dijo a la multitud que no sólo se legalizó el "acullicu" sino que se consolidó el derecho del país a cultivar la coca para usos culturales. El último informe de las Naciones Unidas estableció que en 2011 había en Bolivia 27 mil hectáreas de cultivos de mata de coca, un 12% menos que las 31 mil de 2010, una clara demostración de la decisión oficial de impedir la extensión de los sembradíos. Según la misma investigación, Bolivia es el tercer productor mundial de hojas de coca, detrás de Colombia y Perú, en ese orden.