Juan Carlos Caleri, jefe de la Policía, fue el último testigo en sentarse frente al tribunal de la Quinta Cámara del Crimen y declaró en la causa que tiene como imputados a Marcelo Araya y Héctor Morales como autor intelectual y material -respectivamente- del crimen de Ezequiel Salas, ocurrido en enero de 2010.
Si bien la causa estuvo a cargo de la dirección centro-oeste del departamento de Narcocriminalidad, Caleri aseguró que no tengo ninguna duda de la investigación y que Araya era el objetivo de la misma.
Para el jefe de la Policía las escuchas telefónicas y el trabajo de campo son esenciales para la investigación, y si bien las primeras no tienen rigor científico, se basan en la experiencia de los efectivos porque no existe una escuela que enseñe a prepararnos para las escuchas, uno se va acostumbrando a las voces.
En tanto, respecto a la oficial Marcela Arbona, quien estuvo al frente del análisis de las escuchas sostuvo que me llegaron comentarios que reconoció la voz de Araya porque lo conocía personalmente, cuando trabajó en la penitenciaría.
Caleri durante su testimonio fue autocrítico en la labor policial al sostener que no pudimos evitar los homicidios porque no dimos con los datos precisos aunque sostuvo que han sido detenidos los responsables, en relación a los dos hombres que estaban sentados en el banquillo de los acusados.
Momentos antes, quien prestó declaración fue el oficial Roque Gales, quien trabajaba en la dirección centro-oeste de Narcocriminalidad. El oficial aseguró que Araya le decía a sus cómplices qué debían hacer para ganar territorio y el modo en el que debían enviar mensajes.
Mañana será el turno de conocer tanto de la fiscalía como de la defensa los alegatos para dar paso, el miércoles, a la sentencia.
video