La División de Lucha contra el Narcotráfico desbarató una banda narco que operaba en el oeste de Ciudad y que era liderada por un sujeto conocido como "Checho", quien actualmente cumplía una condena por venta de drogas bajo el régimen de prisión domiciliaria y aún así continuaba con las maniobras delictivas.
Los sabuesos realizaron al menos ocho allanamientos en distintos barrios capitalinos, dejando como resultado la detención del principal sospechoso, de 37 años, su pareja de 28 años, su hermano de 50, como así también un hombre de 53 y la madre de este, de 70 años.
Las medidas fueron un verdadero éxito para los detectives. Es que en total se incautó más de 1 kilo de marihuana, más de $660.000 en efectivo, casi 20.000 dólares, 90 cartuchos calibre 9 milímetros, 35 cartuchos calibre 32 milímetros, un rifle calibre 22, cuatro balanzas digitales y 8 equipos de comunicación.
Los allanamientos se concretaron en las últimas horas en los barrios San Martín, Olivares, Flores Sur y el asentamiento "San Agustín", todos en el oeste de Ciudad.
De acuerdo a la investigación policial, "Checho" lideraba esta organización que se dedicaba a comercializar drogas en pequeñas dosis en distintos puntos de ese departamento.
El principal acusado cumplía hasta ahora el régimen de prisión domiciliaria por una condena a 4 años por comercialización de estupefacientes, por lo que utilizaba a "soldaditos" para vender y también para "vigilar" su casa.
Es que el hombre sabía que la policía podía estar tras sus pasos, por lo que las personas que trabajaban para él, alertaban a la banda cuando cerca de la vivienda aparecían policías o miembros de distintas fuerzas de seguridad.
Cómo funcionaba la organización
Tanto "Checho" como su pareja, lideraban las ventas y los movimientos del clan, el cual funcionaba en distintos barrios de Ciudad.
Según fuentes policiales, el brazo operativo de estos era el hermano del "Checho", un hombre de 50 años quien fue sorprendido en su casa y tenía ocultada la droga en el freezer de una heladera familiar. En ese sentido, los estupefacientes fueron encontrados entre pedazos de carne congelados, con la intención de disimular el ocultamiento.
En base a las averiguaciones practicadas por los sabuesos, se cree que otro hombre y su madre, de 70 años, eran dos de los encargados de concretar el narcomenudeo, es decir, la venta a consumidores de pequeñas dosis. La mujer, por su edad, quedó detenida con prisión domiciliaria.
Los pesquisas destacaron que uno de los domicilios allanados hoy, en el barrio Olivares, ya había sido requisado en abril de este año en el marco de otra investigación narco.
En esa ocasión, los sabuesos estaban detrás de una banda que comercializaba droga en el este provincial. Esas medidas terminaron con el secuestro de más de 17 kilos de marihuana, ocho detenidos y el secuestro de más de $80.000 en efectivo.