Recorre estos maravillosos lugares donde presenciar el sabor medieval y que el tiempo aún no ha detenido tras muchos siglos atrás. Murallas, castillos, calles estrechas y empedradas son la seña de identidad para encontrar los lugares mágicos donde vivieron príncipes y princesas.
Buitrago de Lozoya (Madrid). Ha conseguido mantener su aire medieval y visitarlo es toda una experiencia. El pueblo se encuentra amurallado y el visitante puede disfrutar de la historia recorriendo sus calles, dentro de un entorno natural de una gran belleza.
La Alberca (Salamanca). La Alberca hermosa y serena se muestra al mundo como un lugar de retiro donde el alma y el cuerpo encuentran remansos de paz para aquellos que huyen del mundanal ruido y de las prisas.
Urueña (Valladolid). Este pequeño pueblo medieval, de una gran belleza y de menos de 200 habitantes, acoge una decena de librerías que han convertido la localidad vallisoletana en un paraíso para los amantes de la lectura. La visita es imprescindible.
Covarrubias (Burgos). Presenta un entramado urbano bien conservado que se une a un patrimonio monumental amplio, en la que destaca el Torreón de Fernán González, la única fortaleza castellana anterior al siglo xi que se conserva.
Albarracín (Teruel). Sus murallas se remontan a la Edad Media y el pueblo está considerado como uno de los más bonitos y encantadores de España. Además de su historia, su emplazamiento también es digno de mención, ya que está encaramado a un peñón, permitiendo unas vistas impresionantes.
Ronda (Málaga). situada en el noroeste de la provincia de Málaga, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Málaga. La ciudad se asienta sobre una meseta cortada por un profundo tajo excavado por el río Guadalevín, al que asoman los edificios de su centro histórico, lo que confiere a la ciudad una panorámica pintoresca.
Bárcena Mayor (Cantabria). Está considerado como el pueblo más antiguo de Cantabria y su historia se remonta a la época medieval. Hoy en día destaca por su arquitectura montañesa y por su casco histórico. Su entorno también es de una gran belleza paisajística.
Alcalá del Júcar (Albacete). Encontramos este pueblo que surge de una roca sobre las Hoces del Río Júcar. En su parte baja podemos apreciar su puente romano y en la alta, su castillo entre medias de casas típicas populares.
Olite (Navarra). Este castillo/palacio de entre los siglos XIII y XV se edificó como sede de la Corte del Reino de Navarra. Alberga estancias, jardines, fosos e imponentes torres. Pese a que un grave incendio lo deterioró, lo cierto es que hoy en día sigue siendo impresionante.
Frías (Burgos). Sobre el cerro de La Muela mantiene una estructura urbana medieval que corona el castillo de los Velasco y la iglesia de San Vicente. Los edificios mantienen un sistema constructivo en el que van adosándose entre sí.
Baeza (Jaén). Denominada "Nido Real de Gavilanes" por el romancero, fue un punto clave en la conquista de al-Ándalus por los reyes cristianos; pasando definitivamente al reino de Castilla en 1227. Fue declarada en 2003 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Medinaceli (Soria). El término municipal es extenso pues incluye varios núcleos de población aledaños y forma parte de la histórica comarca soriana de Tierra de Medinaceli.
Trujillo (Cáceres). Trujillo ha recorrido todas las etapas de la Historia, desde poblado romano a ciudad medieval, lo que le ha servido para obtener los títulos de Ciudad Muy Noble, Muy Leal, Insigne y Muy Heroica.
Consuegra (Toledo). Su término municipal linda al este con Madridejos, al norte con Mora y Turleque, al oeste con Urda y Los Yébenes, en la provincia de Toledo, y al sur con Villarrubia de los Ojos en la de Ciudad Real.
Guadalest (Alicante). Esta pequeña localidad de la montaña alicantina sorprende por su emplazamiento y sobre todo por su gran encanto. Sus vistas son espectaculares y pasear por sus calles toda una experiencia para el visitante.
Besalú (Girona). Recorrer Besalú es poder sumergirse en el pasado gracias a su espectacular conjunto medieval, que se encuentra muy bien conservado. Un buen plan es caminar sobre calles empedradas y terminar contemplando el río sobre su puente viejo.
Arévalo (Ávila). Este emplazamiento entre dos cursos de agua es típico de muchas localidades fundadas en la Edad Media al sur del río Duero, y está relacionado con la defensa militar de la villa.
Sajazarra (La Rioja). Su castillo/palacio fue construido en la segunda mitad del siglo XV al transformarse la villa en señorío de los Velasco. Envuelto en un paisaje de extensos viñedos y otros cultivos se entremezclan edificios de un alto valor arquitectónico y cultural, que sorprenderán con sus secretos a todo aquel que se acerque a conocerlos.
Laguardia (Álava). Es uno de los pueblos de España que más conservan el sabor medieval gracias a sus calles y rincones. Se halla en un altozano y está rodeada por una muralla que mandó levantar el rey Sancho el Fuerte de Navarra.
Mondoñedo (Lugo). Bonita localidad lucense que se enmarca en un entorno privilegiado y que alberga lugares de gran interés para el visitante como su catedral, muy monumental y de una gran belleza. Una visita es siempre un plan recomendable.