El Gobierno de Francia volvió a insistir hoy con la necesidad de una ley que contemple el despido de un trabajador que no esté vacunado contra la Covid-19, pese a que el Senado rechazó esa posibilidad el domingo pasado.
El Gobierno de Francia volvió a insistir hoy con la necesidad de una ley que contemple el despido de un trabajador que no esté vacunado contra la Covid-19, pese a que el Senado rechazó esa posibilidad el domingo pasado.
"Deseábamos que la ley fijara de qué modo podría recurrirse al despido, afirmando sobre todo que ese despido no podría producirse antes de dos meses y que iría acompañado de las indemnizaciones para el empleado, el Senado eliminó esa disposición", explicó la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, citada por la agencia de noticias AFP.
El Parlamento francés aprobó la vacunación obligatoria para algunas profesiones, como el personal de salud, y la utilización del "pase sanitario", en la mayoría de los establecimientos públicos como cafeterías, cines, discotecas, trenes y aviones.
La medida, que provocó manifestaciones en contra en todo el país, debería entrar en vigor a principios de agosto.
Sin embargo, los legisladores rechazaron las sanciones inicialmente previstas para quienes no cumplan con las medidas, como el caso de poder despedir a un trabajador que aún no se haya inmunizado.
Una decisión que, según la ministra de Trabajo, reducirá la protección de los empleados afectados.
"El objetivo es, en primer lugar, convencer de la vacunación y facilitarla", puntualizó.
Según los especialistas, un despido por ese motivo, dictado en el marco del Código de Trabajo, que obliga al empleador a justificar un motivo de peso para hacerlo, no es obvio y será "probablemente marginal".
Hasta el momento, 33,2 millones de personas en Francia, casi la mitad de su población, están completamente inmunizadas.