Entre 7 y 8 repositores externos recibieron la orden expresa desde la dirección de sus respectivas agencias de "no abandonar las tareas diarias y continuar con su ruteo normalmente", luego de confirmarse el cierre temporal de la sucursal para desinfección. El pedido fue tajante y literal: "Acá en Buenos Aires estamos peor que ustedes, así que sigan trabajando y nada de cuarentena".
Vale recordar que dichos empleados deberían formar parte de la cadena de sospechosos tras activarse el protocolo correspondiente - teniendo en cuenta que mantienen en cierta forma un contacto estrecho con el afectado - tras convivir al menos un par de horas cerca de las tareas que realizaba cotidianamente.
Decisiones dispares hubo respecto a aquellas ordenes emitidas desde las diferentes agencias de trabajo: algunos supervisores optaron por acatarlas y desafiar a sus repositores a seguir trabajando (sin que cumplan la cuarentena) y otros solo le solicitaron cumplir sus horarios, pero desde fuera de los supermercados.
Mientras que empresas externas con mayor peso especifico en las tiendas por volumen de venta rápidamente le comunicaron a sus empleados que dejarán de trabajar inmediatamente y cumplieran los 15 días de confinamiento obligatorio.
Este grupo de trabajadores denunciantes, que optaron por mantenerse en el anonimato, fueron un poco más allá en su enojo y manifestaron con vehemencia que; "todos los que trabajan para este Jumbo, desde que empezó la pandemia, no hacen uso del barbijo y máscara protectora hasta que se produce la apertura de la sucursal a las 9 de la mañana. Tres horas convivimos con ellos sin la obligación de su parte de cubrirse como indica la norma".