Su ex esposa lo acusa de ser lobo con piel de cordero, pero es la de rockero la piel con la que Johnny Depp (55) parece sentirse más cómodo. En noviembre, los fans lo cercaron excitados en una estación de París dónde el actor esperaba el tren con una guitarra en la mano, después de haber ido a visitar a sus dos hijos.
En diciembre, fue a un hospital a alegrar chicos enfermos vestido con la otra piel que lo hace sentir bien, la del capitán Jack Sparrow, excéntrico personaje inspirado en su ídolo y amigo personal, el Rolling Stone Keith Richards.
Transita su peor momento mediático y si no fuera por la música, diría Miguel Cantilo, a Johnny no lo salva ni Tarzán. Debe encontrar consuelo también en los cientos de millones de dólares que le ha generado la saga de Disney Piratas del Caribe. Por eso, la confirmación de que la empresa ha decidido prescindir de sus servicios en la próxima película fue una muy mala noticia para recibir en Navidad.
Disney se ahorraría unos 90 millones de dólares al no contratarlo, asegura un periodista de la revista financiera Forbes, la misma en la que hasta 2015 lideraba las listas como el actor mejor pago del mundo. Nadie en el medio puede asegurar que la saga tenga larga vida sin su Sparrow, se verá.