Este sábado algo diferente pasó entre Las Pelotas y sus seguidores mendocinos. "Gracias por esta noche inolvidable", dijo un Germán Daffunchio notoriamente de buen humor y no se equivocaría con el resultado: el encuentro fue único. La gente que copó el Bustelo -casi lleno- tenía hambre de rock y la banda le dio de comer con un recital ecléctico desde lo musical y renovado desde lo estético.
Muchas veces se vio a los músicos en el escenario sin más equipaje que ellos mismos y la lista de temas para agitar, pero esta vez no fue así. El grupo que viene de tocar como telonero en la presentación de Aerosmith en la Argentina llegó armado hasta los dientes, con grandes estructuras para luces y proyección de videos que vistieron el show de otra manera.
El recital se llevó a cabo en el auditorio Ángel Bustelo. Foto: Axel Lloret.
Foto: Axel Lloret.
Las Pelotas vino a mostrar "Brindando por nada", su último material discográfico y a demostrar una vez más por qué sigue siendo una de las formaciones de rock con más peso del país. El lugar está ganado, eso está claro luego de casi 30 años de trayectoria. La mística también. Lo que se suma son las ganas de seguir haciendo canciones y la posibilidad de que el público siga respondiendo ante la sorpresa. Tal como sucedió en suelo cuyano.
Los músicos comenzaron la noche con el álbum "Despierta", placa bisagra y una de las más luminosas y contraculturales de la formación. El tema que abrió fue "Saben", y se sumó después "Que podes dar", aunque entremedio, el track "El amor hace falta" del disco reciente, armó un buen combo inicial.
Foto: Axel Lloret.
Más tarde llegaría el turno de "Víctimas del cielo", el flamante primer corte de difusión de "Brindando por nada"; también "Como se curan las heridas", "Siempre estará", "Personalmente" , "Será", "Como un estrella", "Pasajeros" y "Hawaii". Fue un recorrido que pasó por varios climas, un recital mixturado por las melodías tranquilas que ya son una marca diferencial de la banda y momentos más de pogo y aplausos, ante algunas novedades que revelan que el grupo ha grabado un material al que no le falta nada.
A ellos se los vio particularmente entregados al show y el público en sintonía le retribuyó la energía con cánticos y saltos. Había en el ambiente ganas de que el ritual del rock encendiera su mística una vez más y así sucedió. Hasta una enorme bandera celeste y blanca se acopló a la postal de una noche en la que Daffuncchio saludó y regresó al escenario varias veces para entregar: "Capitán América", "Sin hilo", "Uva uva" y "Mañana en el Abasto" de Sumo.
Foto: Axel Lloret.
¿Se puede brindar por nada? Las Pelotas le hacen otro guiño a lo establecido bancándose la provocación. Brindar porque sí, aunque no haya nada para brindar porque todo es un desastre, brindar como un acto de rebeldía, como resistencia. Brindar por el rock. Brindar. Siempre hay motivos. Este presente de la banda es uno de ellos. Se la ve fortalecida y sobre su eje, escribiendo dentro del género su página más introspectiva, humana e existencialista.
"No se olviden, hay que resistir. Ante la ignorancia, hay que resistir. Ante los políticos malos, hay que resistir". Así se despidió la voz líder del grupo. El mensaje coronó una fiesta pelotera que quedará para el recuerdo.