En plena campaña electoral y en los primeros días de su mandato, el Presidente de la Nación pretendió montar una originalidad comunicacional, pidió ser el "supermercado del mundo". Seguramente a sugerencia de su hombre fetiche Don Jaime, quien pretendió un toque snob para el "granero del mundo".
El colectivo ciudadano, integrado por los que creen de buena fe en los mensajes de los pastores amarillos y por los que lo hacen por conveniencia alimentaria, aplaudió a rabiar lo que prometía el Presidente.
Es entendible: a los primeros, los segundos nunca le explicaron que el Presidente no proponía ser proveedores del supermercado del mundo, sino consumidores de ese mercado, igual que doscientos años atrás pagando con materia prima la compra de productos elaborados.
La explosión de importaciones de todo tipo parece no tener techo, en agosto la importación de bienes de consumo creció 21 puntos interanuales y la de bienes de capital 22 puntos, según los números del INDEC. En tanto que la exportación de productos primarios trepó 51 puntos, la de manufacturas de origen agropecuario bajó el 3,5 % y de manufacturas de origen industrial apenas trepó un 0,5%.
Lamentablemente, los números oficiales no hacen más que dar la razón a quienes en diciembre advertimos que la quita de las retenciones no era negocio para nadie, que no solo destapaba el proceso inflacionario incontenible junto a la devaluación, sino que además destruía la recaudación y reprimarizaba la economía a niveles espantosos.
La imagen de que pagamos con materia prima los productos elaborados no es una imagen, es una triste realidad. Un trabajo de los economistas Javier Rodríguez y Fernando García Díaz, publicado el fin de semana pasado revela que "El aumento de las importaciones del conjunto de los rubros como productos de panadería, galletas, galletas dulces fue del 178 %, siempre en el acumulado de los primeros siete meses". O sea, para que se entienda: se llevan el trigo y nos devuelven las galletas y el pan.
Esto no solo es producto de regulaciones menos severas para la importación, también era casi una obviedad cuál sería la reacción del complejo agropecuario argentino ante la falta de retenciones que incentiven a elaborar la materia prima en vez de exportarla.
Esta semana desde la Cooperativa de trabajo Renacer de Ushuaia, que se formó a partir del cierre de la Planta de Aurora y hoy es una de las principales generadoras de mano de obra para las industrias ensambladoras de Tierra del Fuego, advirtieron que la situación en la isla es de extremo peligro por la avalancha importadora.
Es indudable, a esta altura de los acontecimientos y con 10 meses de gobierno, que la frase de "supermercado del mundo" no fue un error, sino una puesta en escena de un grupo de cínicos que nutre al Presidente de discursos vacíos de contenido y de frases que parecen tener un sentido, pero tienen otro.
Todos los valores de la actividad económica conocidos en la semana no hacen otra cosa que reafirmar que el camino elegido es de una claridad meridiana. Lo mismo pasa con las medidas económicas tomadas. Pero ya lo dice el dicho, no hay peor ciego y que el no quiere ver.
Los maquillajes, como la reparación histórica a los jubilados, son artilugios que terminan beneficiando a los estratos altos alcanzados por cada medida y cuando le toca algo a los que menos tienen, terminan siendo migajas.
No hace falta transitar mucho para encontrarlos. Un grupo menor de jubilados que cobra la jubilación mínima fue alcanzado por reparaciones ofrecidas automáticamente
Los valores de la actualización que se ofrecen varían aproximadamente entre $89 y $800 mensuales. Pero ese jubilado en el acto deja de cobrar la mínima y con ello pierde varios beneficios como las tarifas diferenciales de servicios, la devolución del IVA y varios otros que seguramente significarán unos cuantos pesos más que los que recibe de actualización.
Otro caso relevante es la devolución de gran parte del IVA para los beneficiarios de AUH, jubilaciones bajas, pensiones graciables y embarazo. Al momento de anunciar el beneficio Alfonso Prat Gay aseguró que el costo fiscal de la medida era 25 mil millones de pesos.
Sin embargo, el presupuesto 2017 solo prevé devolver por ese concepto 7.100 millones de pesos, lo que dividido en los 8 millones de beneficiarios a los que alcanzaría la medida, da un promedio de 73 pesos de devolución por beneficiario por mes. En idioma del ministro "media pizza".
Destrucción de la incipiente, pero constante, recuperación del aparato productivo, endeble sostenimiento de las finanzas y de la economía interna vía endeudamiento descontrolado, pérdida de autonomía y sometimiento de la región a un orden económico ya establecido, conocido y comprobadamente nefasto, son las nuevas reglas del juego.
El documento final de la vuelta de la Policía financiera a la Argentina también desnudó quién dictaba los discursos de la campaña y los primeros meses de gobierno, que después acicala y distribuye el gurú ecuatoriano. "El nivel de consumo era insostenible" firmaron los técnicos del FMI, la similitud con el sonsonete de los funcionarios y aliados de Cambiemos no es casualidad.
El camino a una economía reprimarizada y de servicios está escrito y tan grabado como las tablas de Moisés, la versión prolija, democrática, de lo que ya conocemos es un hecho consumado y que ya ni el mismo Gobierno se preocupa por ocultar.
La reconstrucción del tejido productivo, reactivar de las economías regionales, recuperar el mercado interno y comprender las nuevas reglas del juego internacional, no será una tarea sencilla para quien le toque suceder este Gobierno. Pero no solo porque las sociedades tienen sus tiempos y sus formas de construcción, sino porque los verdaderos centros de poder saldrán mucho más fortalecidos de este proceso.
PD:
El Cuento Chino
La gran mayoría de los ahora funcionarios de Cambiemos provenientes del PRO y la UCR gastaron infinidad de minutos y centímetros en los medios amigos denunciando el acercamiento de nuestro país con China. A pesar de las condiciones que ponía a cada acuerdo el Gobierno Argentino.
El viernes el Ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, comandó el grupo de funcionarios que festejaban como la ultra subvencionada industria china se quedaba con las licitaciones de energías renovables por sobre las ofertas de las empresas argentinas, muchas de ellas mendocinas.
Hasta ahora no se sabe que -al contrario de lo que pasaba en la gestión anterior- las condiciones de adjudicación a las empresas chinas, por ahora ganadoras, contengan alguna obligación de contratar cierta cantidad de producción nacional.