La Sala III de la Cámara Penal de La Plata, de feria en el fuero local, reanudará hoy el análisis de la situación procesal de Osvaldo Emir Martínez, de 27 años, el único detenido en la causa en que se investigan los crímenes de tres mujeres y una niña, en una vivienda del barrio La Loma.
Los integrantes del Tribunal, Alejandro Villordo y Carlos Silva Acevedo, junto a la camarista María Elia Riusech, definirán si el karateca Martínez, novio de una de las víctimas, debe seguir con prisión preventiva, al menos hasta el juicio oral y público, o debe ser liberado por "falta de mérito", según lo señalado por el diario El Día.
El sospechoso comenzó el 2012 detenido en la Alcaidía Departamental La Plata, que funciona en la zona de Olmos.
La causa llegó a manos de la Cámara y empezó a ser analizada por los camaristas Villordo y Silva Acevedo el 20 de diciembre último, cuando el defensor Julio Beley interpuso un hábeas corpus -rechazado por cuestiones formales ese mismo día- y la apelación contra la prisión preventiva, alegando falta de pruebas.
El abogado basó su argumento, principalmente, tomando en cuenta que el estudio de ADN ordenado por la Justicia arrojó como resultado que los rastros genéticos encontrados en la escena del crimen no lo incriminan.
Voceros judiciales aseguran que estos dos magistrados mantienen discrepancias en torno al futuro de Martínez, y por eso será necesario que la doctora Riusech defina con su voto.
El juez de Garantías de La Plata Guillermo Atencio, el 19 del mes pasado, dictó la prisión preventiva a Martínez como presunto "partícipe necesario" de los crímenes.
Beley, al apelar la preventiva, consideró que la detención "es arbitraria y desproporcionada".
En la presentación, el abogado de Martínez no sólo ratifica su inocencia, sino que además sostiene que "no existen indicios de que intente eludir el accionar de la justicia o entorpecer la investigación".
Martínez está detenido desde el 27 de noviembre último como sospechoso en la causa que investiga los homicidios de su pareja, Bárbara Santos (29 años); de la madre de ésta, Susana de Bárttole (63); de su pequeña hija, Micaela Galle (11), y una amiga de la familia que esa madrugada había llegado a la casa poco antes de que se desatara la tragedia, Marisol Pereyra (35).
Para el fiscal Alvaro Garganta y para el juez, el karateca habría sido partícipe en el homicidio de su novia por desavenencias de pareja y por su personalidad obsesiva y celosa" mientras que los restantes crímenes se habrían concretado para lograr la impunidad del primero".
Sin embargo, en sus presentaciones, la defensa sostiene que los informes periciales, principalmente el de ADN, "demuestran la total y absoluta ajenidad de Martínez en el terrible hecho" ocurrido en un departamento de la calle 28, entre 41 y 42.