Al menos seis personas murieron, 20.000 debieron ser rescatadas y otras 12 mil fueron evacuadas y permanecen en centros de asistencia por las inundaciones que provocaron las intensas lluvias que se registran desde el viernes en Luisiana, en el sur de Estados Unidos, informaron hoy las autoridades locales.
El Gobierno estadounidense declaró el área afectada por las torrenciales lluvias como zona de desastre, ya que anegaron miles de viviendas, en muchas de las cuales quedaron atrapadas familias enteras, hecho que también ocurrió en algunos vehículos.
La cifra de muertos aumentó anoche a seis personas, después de que las autoridades hallaran los cadáveres de otras tres personas, incluida una abuela que murió salvando a su nieto cuando el vehículo en el que iban fue arrastrado por las aguas, consignó un despacho de la agencia EFE.
La cadena de televisión local KALB, que citó fuentes de la oficina del alguacil del condado de Rapides, al noroeste de Baton Rouge, aseguró que la mujer logró sacar al niño del vehículo después de que una corriente lo arrastrara en una carretera y que un hombre al ver la situación logró nadar y sacar al pequeño de la corriente, pero no a su abuela.
Las intensas lluvias que afectaron también al vecino estado de Misisipi, amainaron durante la tarde noche del domingo mientras las autoridades intensificaban sus esfuerzos de rescate.
Sin embargo, los especialistas aseguran que la crecida del agua sigue siendo peligrosa en buena parte del estado.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, confirmó ayer en conferencia de prensa que más de 20.000 personas fueron rescatadas de viviendas o vehículos por las organizaciones de socorro y los voluntarios.
"La situación es grave y se mantiene, no ha concluido", agregó.
"Se están rompiendo todos los récords" de inundaciones en el estado, añadió el gobernador, que aseguró que la crisis no ha terminado y que "el agua todavía va a subir en muchas áreas".
Aunque las autoridades advirtieron que van a pasar días hasta que se sepa el número exacto de víctimas, entre los muertos confirmados está William Mayfield, de 68 años, que se ahogó cuando trataba de abandonar su casa en la localidad de Zachary; y un hombre no identificado cuya camioneta fue arrastrada por el agua desde la autopista en Saint Helena Parish, en el norte del estado.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó ayer la declaración de zona de desastre para el área afectada, lo que permite usar recursos federales para las tareas de ayuda.
Las autoridades movilizaron a la Guardia Nacional para que participe en las labores de rescate con el aporte de de unos 1.700 efectivos.
Los meteorólogos prevén un descenso de las lluvias a partir de hoy, pero las autoridades insisten que la situación sigue siendo grave. Fuente: EFE y Télam
video