Compleja operación

Evoluciona el servicio de neurocirugía en el Hospital Schestakow

Un equipo de profesionales trabaja diariamente en San Rafael atendiendo casos de complejidad cada vez mayor.

Gustavo Grilli es un neurocirujano sanrafaelino que volvió a vivir a su ciudad natal después de haber hecho un notable recorrido de formación profesional. “Estudié en Mendoza y luego me radiqué en Mar del Plata donde estaba definitivamente instalado y trabajando con mucha intensidad, sin pensar siquiera que mi futuro cercano iba a traerme de vuelta a mi querido San Rafael”, manifestó el profesional.

En una visita que hizo a Radio Andina San Rafael, Grilli contó que se formó en un hospital materno infantil, aunque su especialidad en neurocirugía general la realizó en un Hospital de Adultos, “pero esa formación primaria me permitió tener los conocimientos necesarios para abordar patologías pediátricas”.

Según relató, su proceso formativo “llevó un proceso de aprendizaje muy largo y continuo en la que se empieza de la mano de un jefe y con las tareas más básicas, para luego ir progresando lentamente, siempre bajo la mirada de un maestro que va corrigiendo errores, a lo que hay que agregarle mucho estudio y capacitación”.

Grilli estaba radicado en Mar del Plata, “pero un día me llamó el doctor Fabián Mora, un querido amigo, y me habló de volver a San Rafael a desarrollar mi especialidad. Después de algunas conversaciones me contactó con el doctor Dauverné y definimos los acuerdos que me permitieron volver a mi ciudad. Gracias a Dios mi familia se adaptó rápidamente, porque ni mi esposa ni mis hijos son sanrafaelinos y ya nos econtramos muy cómodos viviendo y trabajando aquí”, expresó.

Una operación histórica

Hace un par de semanas atrás, Grilli y su equipo realizaron en el Hospital Schestakow una compleja operación para extraer un tumor cerebral en un niño de apenas tres años, en lo que supone la operación de mayor complejidad en el paciente de menor edad entre todas las que se han realizado hasta hoy en ese nosocomio.

“Ya habíamos hecho alguna cirugía en patologías neuroquirúgicas pediátricas en el Hospital Schestakow, pero esta fue la primera vez que tuvimos la oportunidad de operar un tumor cerebral en un paciente de tan corta edad, porque en las operaciones anteriores, el menor de los niños tenía 8 años”, contó el médico.

Un punto destacable del proceso tuvo que ver con la conformación del equipo de profesionales que intervino al niño, según contó Grilli. “El equipo de profesionales anestesistas del Hospital, con mucha generosidad y honestidad profesional sugirió que se necesitaba un equipo de anestesiología especializado en la materia y se decidió convocar a los médicos del Hospital Notti, que mostraron muy buena predisposición y permitieron llevar adelante esta compleja operación trabajando en conjunto con los médicos locales”, explicó.

El rol de la madre en un caso muy especial

“En el caso de este niño, la historia de la enfermedad fue muy corta ya que comenzó una semana antes de la internación, con vómitos y mucho dolor de cabeza, lo que hizo que su mamá, una madre muy lúcida y despierta, porque a pesar de su juventud tuvo un rol fundamental en el diagnóstico y tratamiento, ya que fue su inquietud lo que permitió abordar la problemática precozmente y evitar riesgos y males mayores”, relató Grilli.

Fue el agudo sentido de la madre lo que detectó que el chiquito tenía una dificultad al caminar, puesto que le costaba mantener el equilibrio. Eso hizo que los profesionales directamente fueran a la parte neurológica y a través de una tomografía que se hizo inmediatamente, se detectó el tumor.

“Cabe aclarar que para nosotros, técnicamente, un tumor es cualquier cosa que ocupe espacio impropio en la cavidad craneal, después se verá si es inocuo o patológico, pero le llamamos tumor a cualquier cosa no tenga que ver con lo que naturalmente ocupa los espacios normales de la anatomía cerebral”, relató el profesional.

Este diagnóstico precoz les permitió a los médicos tener un panorama más amplio para diseñar la operación y el mismo día de la internación se le hizo una resonancia magnética que dio información mucho más precisa, lo que permitió trabajar con mayor intensidad, al punto que dentro de las 72 horas, el chico ya había sido operado.

La operación fue larga, duró más de cinco horas y el niño evolucionó muy bien y ya ha superado los controles posoperatorios y no ha demostrado secuelas de tipo neurológico, aunque todavía resta analizar los estudios específicos de la enfermedad para definir si requiere algún otro tipo de tratamiento.

Un punto destacable y una sugerencia final

Este logro profesional demuestra que la infraestructura con que se cuenta en San Rafael ha mejorado mucho y eso es algo que fue enfáticamente destacado por el Dr. Grilli.

“La infraestructura del Hospital Schestakow ha ido creciendo mucho desde 2008, cuando regresé a San Rafael. Para aquél entonces, las posibilidades de hacer neurocirugía eran bastante limitadas con respecto a lo que hoy se dispone, especialmente en pediatría. Había por entonces un muy buen microscopio que había sido comprado por sugerencia del Dr. Abagianos, pero no mucho más que eso. Luego se compraron las cajas de cirugía y se fue mejorando mucho hasta llegar a estas posibilidades que hoy tenemos. Siempre falta algo, pero eso ocurre aquí y en todas partes. El mejor hospital del mundo siempre tiene algo que mejorar y en ese camino estamos nosotros, pero hoy podemos decir que la infraestructura médica que tiene el Hospital Schestakow es muy buena”.

Desde el punto de vista del profesional, la divulgación de estas cuestiones es central para seguir evolucionando en la materia.

“Lo más importante es divulgar estas situaciones porque es necesario que la población sepa que en el “Chesta”, como coloquialmente llama al Hospital Regional local, “y en otros lugares privados de San Rafael se ha mejorado mucho en los últimos años, porque hay quien cree que cuando se enfrenta una patología de cierta complejidad, necesariamente hay que ir a buscar atención a otro lado, cuando en realidad, muchas de esas situaciones se pueden atenderse satisfactoriamente aquí en San Rafael y en todo caso, si no se lo puede solucionar, se tendrá una derivación conducida, que siempre es mejor que ir a buscar una atención profesional a otras ciudades sin tener muy clara idea de qué es lo que se está buscando”, concluyó.

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