El mundo de las letras siempre ha abarcado espacios muy disímiles entre sí. De distintas maneras, a través de la literatura se han expresado, con estéticas particulares, formas variadas de ver la vida y las situaciones cotidianas. El deporte más querido por todos los argentinos no queda exento de esto.
Así, y bajo la premisa Fútbol entre líneas, el aclamado Eduardo Sacheri se juntó con los periodistas y escritores locales Gonzalo Ruiz y Fernando Montaña, para hablar sobre estas dos pasiones que ellos han unido en papel.
En el arranque, Montaña abrió la charla a través de la músico. Con el artista Gustavo Maturano, replicaron La Patria en Camiseta, un espectáculo que el dúo realiza desde hace un tiempo y que combina poesías del escritor más la guitarra de Maturano.
Luego, los tres recitaron textos propios: Sacheri con su columna Hijos Nuestros, Ruiz con su cuento El secreto del Juancho, y Montaña completó la propuesta con una poesía.
A través de la plática, en la que los asistentes participaban con preguntas (la sala Roja del Espacio Julio Le Parc lució a pleno), la pasión por la pelota fue retratada en distintas frases que los animadores de esta suerte de panel fueron entregando.
Los tres coincidieron en su relación con el fútbol y el porqué de sus sentimientos hacia él. El fútbol es un tobogán a la niñez, graficó el autor de La pregunta de sus ojos. No sólo en el placer por disfrutar de algo que en principio fue pura diversión y amateurismo, sino también en todo lo que eso conlleva en la temprana edad: una manera de conectarse con ciertos valores y abrirle las puertas a un sinfín de situaciones.
Mi aprendizaje de socialización partió del fútbol, señaló Sacheri, como un resumen de una gran cantidad de cosas que, en el barrio y con ninguna otra preocupación que la de entretenerse, la gran parte de los chicos de varias generaciones en nuestro país asimilaron a través de lo que las distintas conductas que surgen en este deporte te pueden dar. El fútbol te quita todas las máscaras, concluyó el guionista de Metegol.
Por último, los dos mendocinos explicaron cuál es el punto de fusión con el arte de escribir. El fútbol más lindo sigue vivo en la literatura, detalló Ruiz, en referencia a esos aspectos que, lejos de toda ambición comercial, hacen que cualquier niño se entusiasme y se anime a jugarlo. El fútbol es un disparador para contar historias hermosas, cerró Montaña, tomando como materia prima a todo lo que nace alrededor de este deporte que, en alguna parte, también tiene su pedacito de arte.
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