Por sexto día consecutivo el Ejército israelí bombardeó hoy la Franja de Gaza. Tras casi una semana de constantes bombardeos, en la empobrecida y abarrotada Franja de Gaza el tiempo parece haberse detenido, el miedo reina en el aire y las calles y los negocios están dominados por el silencio.
Uno de los ataques más mortíferos de la jornada se produjo durante la noche y tuvo como objetivo la casa de un supuesto policía palestino en el norte de la franja. Al menos 20 personas murieron, informó la agencia de noticias EFE.
En tanto, en la Ciudad de Gaza cientos de personas se reunían para los funerales de las víctimas que habían dejado los ataques de ayer.
Fuentes médicas, habitantes y periodistas coinciden en que cada día la ofensiva israelí, bautizada como "Filo Protector", gana intensidad.
En sólo seis días, el movimiento islamista palestino Hamas lanzó más de 800 cohetes contra las principales ciudades israelíes. Estos ataques provocaron daños materiales y algunas personas resultaron levemente heridas.
La respuesta israelí fueron más de 1.300 bombardeos que, según el Ministerio de Salud de Gaza, mataron al menos 167 palestinos. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) denunció ayer que un 70% de las víctimas son civiles y, entre ellas, un 30% son niños.
Pese a estas cifras, el Ejército israelí sostiene que está intentando preservar la vida de los civiles en Gaza.
Esta madrugada, tras una noche de intensos bombardeos, los habitantes de las dos principales ciudades del norte de la franja se sorprendieron al ver que miles de panfletos caían del cielo.
En perfecto árabe, los mensajes advertían "abandonen su hogar", "serán atacados" y "están en peligro".
Hace días que se rumorea que Israel está preparando una masiva ofensiva terrestre contra la franja. Los tanques ya fueron movilizados a la frontera y esperan a sólo unos kilómetros de Beit Lahiya y Beit Hanoun, las dos ciudades que hoy fueron inundadas por los mensajes de advertencia israelíes.