Cuándo y cómo se reanuden las obras de ampliación del canal de Panamá depende de lo que la aseguradora Zurich decida hacer con 400 millones de dólares de fianza y de que las partes en conflicto puedan restablecer la confianza mutua.
Cuándo y cómo se reanuden las obras de ampliación del canal de Panamá depende de lo que la aseguradora Zurich decida hacer con 400 millones de dólares de fianza y de que las partes en conflicto puedan restablecer la confianza mutua.
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Ante el pleno del Parlamento panameño, Quijano afirmó que en una conversación telefónica el pasado martes la ACP y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) lograron en principio un acuerdo que puede dar resultado.
La verdad es que todavía no hemos concluido el acuerdo por escrito, no queremos decir que hemos sido exitosos hasta que esté plasmado, agregó y subrayó que las negociaciones tienen que terminar a más tardar el próximo martes.
Además de los números, el principal problema es la desconfianza reinante entre todas las partes en conflicto, incluida la aseguradora, explicaron las fuentes consultadas por Efe.
La negociación apenas ha variado las posiciones iniciales, derivadas de una hostilidad que comenzó muchos meses antes de que GUPC demandara públicamente el pasado 30 de diciembre 1.600 millones de dólares de sobrecostes y amenazara con paralizar las obras, lo que finalmente sucedió por la supuesta falta de fondos.
Los enfrentamientos entre Sacyr e Impregillo y de ambas empresas con la ACP han sido constantes, al igual que los pedidos de sobrecostes por parte de GUPC, siempre según las fuentes consultadas por Efe.
La ACP empezó a prepararse para la eventualidad de tener que hacerse cargo de la obra en pasado junio, cuando vieron que GUPC podía colapsar financieramente, pero prefirió dejarle seguir trabajando. Cuanto más avanzaran menos iba a quedar pendiente, explicaron las fuentes.
Las dos principales preocupaciones que abordó la ACP cuando el adjudicatario advirtió de que tendría que parar las obras fueron, en primer lugar, que la aseguradora comprobase un intachable cumplimiento del contrato por parte del ente publico panameño.
Y en segundo lugar, asegurar la entrega de las 16 compuertas para el tercer juego de esclusas en construcción, de las que cuatro ya están en Panamá y el resto en Italia, en poder de Cimolai, la empresa subcontratada para ello por Impregilo.
La ACP envió recientemente una representación a Italia para asegurar directamente con Cimolai el suministro de las compuertas en caso de que GUPC abandonara definitivamente las ampliación del canal por incumplimiento del contrato.
La desconfianza también ha existido en el seno de la ACP y entre su máxima autoridad, Jorge Luis Quijano, y el presidente de la República, Ricardo Martinelli.
Aníbal Galindo, uno de los socios del despacho de abogados de Alemán, Cordero, Galindo & Lee, que trabaja para GUPC, es asesor de Martinelli y vicepresidente de su partido, Cambio Democrático.
Por otra parte, Quijano se hizo con el cargo de Administrador de la ACP en contra de los deseos de Martinelli, que en su día apoyó a Roberto Roy, quien finalmente asumió la presidencia de la Junta Directiva de la ACP y fue nombrado ministro para Asuntos del Canal.
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