Aunque parezca una mascota exótica, la cruza entre un perro y un lobo puede representar un verdadero desafío. Descubrí por qué es difícil de criar.
Mascota: cómo se llama la cruza entre un perro y un lobo y por qué se puede domesticar
Siempre es objeto de curiosidad la cruza entre diferentes subespecies, y una de la que más interés despierta entre expertos y público en general es el cruce entre un perro y un lobo. Este híbrido, aunque es muy poco común, no es apto como mascota. Su apariencia imponente y su comportamiento particular plantean serios desafíos para la cría doméstica.
Los perros y los lobos pertenecen a la misma especie, Canis lupus, lo que permite que se crucen y tengan descendencia fértil. Esta cercanía genética es la razón por la que pueden dar lugar a un híbrido llamado wolfdog o lubican. Sin embargo, el hecho de compartir especie no implica que sus comportamientos sean iguales ni que puedan vivir en los mismos entornos sin inconvenientes.
A lo largo de la historia, los perros fueron domesticados para convivir con los humanos, mientras que los lobos conservaron sus instintos salvajes. Por eso, cuando se combinan ambos mundos en un sólo animal, el resultado es un ser impredecible. El lubican no siempre reacciona como un perro común. Su instinto, su nivel de energía y su forma de socializar pueden ser un gran problema en la vida cotidiana.
El lubican hereda rasgos de ambos progenitores: la lealtad del perro y el instinto salvaje del lobo. Sin embargo, su conducta no siempre es equilibrada, ya que puede tender a la desconfianza, la agresividad o la evasión. Por esta razón, se recomienda que, en caso de tener uno, sea en espacios grandes, con cuidadores muy experimentados y con rutinas específicas.
No es una mascota apta para departamentos ni para personas sin conocimiento profundo del comportamiento animal. Además, su alimentación y sus necesidades físicas son muy distintas a las de un perro doméstico. Requieren ejercicio constante, estimulación mental y supervisión permanente.
Varios países, incluyendo zonas de Europa y algunos estados de EE.UU., han prohibido o regulado la tenencia de estos híbridos. El riesgo para la seguridad de personas y otras mascotas es alto. Incluso, su presencia puede alterar el ecosistema local si escapan o se reproducen en libertad.
Además, muchas veces terminan siendo abandonados o entregados a refugios especializados porque sus dueños no logran controlarlos. Entre los motivos más comunes se encuentran:
Aunque el lubican despierte admiración por su belleza y misterio, no es una mascota convencional ni recomendable para el hogar promedio. Criar uno requiere compromiso, espacio y una comprensión profunda de su naturaleza./TN.
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