La inflación acelera la reapertura de paritarias en Mendoza.
Foto: Cristian LozanoEl 7,7% (8,3% en Mendoza) que marcó el Índice de Precios al Consumidor en marzo, y la sensación de un abril con la misma línea de fiebre, expone la inquietud de cada sindicato por no quedarse de brazos cruzados. De hecho, desde Mendoza hay pedidos de reapertura de paritarias para recuperar el poder adquisitivo del ingreso que la inflación carcome rápido.
Más allá de lo que ocurra con abril, para algunos gremios el 20,9% acumulado durante el primer trimestre es motivo de sobra para apurar la negociación. Y así como en algunos casos coincide con la paritaria anual 2023, para otros implica la reapertura inminente de los convenios que firmaron durante el primer trimestre.
Tres rubros diferentes que coinciden en el momento y la metodología. Durante esta semana intentarán avanzar, a partir de reuniones y los pedidos correspondientes al Ministerio de Trabajo, en su denominador común: ponerle fecha a un próximo encuentro con las cámaras empresarias.
Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas de Argentina) tiene durante la mañana del martes 18 una asamblea de delegados de todo el país en Buenos Aires. La decisión está tomada: volver a sentarse con la patronal a rediscutir el convenio.
La situación de los trabajadores vitivinícolas es un indicador importante de una situación que se modificó en poco tiempo.
Es que el 27 de marzo se había acordado 103% de ajuste anual en 5 tramos hasta febrero de 2024: así, un trabajador de viña cobra (sin actualización) desde marzo un básico de $79.973 hasta julio, y el de bodega $83.888, menos de la mitad del costo de la Canasta Básica Total para una familia tipo en Mendoza, que marca la línea de la pobreza.
"Nos reunimos para pedir una reapertura, porque lo que pasó con marzo no estaba dentro de los planes. Y abril va en el mismo camino, por eso pretendemos un reconocimiento de la inflación", señaló a Sitio Andino el mendocino Luis Pedernera, secretario gremial de Foeva.
A priori, en la Asamblea se discutirá el nuevo piso salarial pretendido. Con ese fin, desde Foeva admiten que está todo dado para, acto seguido, pedir a la ministra de Trabajo Kely Olmos que convoque nuevamenta a paritarias.
Tratándose de un gremio que agrupa a varios convenios como el avícola y el frutihortícola, el del Sindicato de la Industria de la Alimentación es otro caso testigo.
Ambos suscribieron, con una última revisión en febrero pasado, un ajuste de entre el 105% (convenio 783 de trabajadores avícolas) y 104% anual (convenio 244 , fruihortícola) para cerrar el 2022. Ahora el gremio va por la negociación 2023 para actualizar los salarios de unos 4.000 mendocinos y mendocinas.
Según Oscar Aciar, secretario adjunto del Sindicato de Alimentación en Mendoza "aunque siempre la consigna fue quedar sobre la línea de flotación, los acuerdos 2022 terminaron tres décimas debajo. Ahora hay que considerar que el pollo subió 30%, también los huevos: la inflación es un flagelo para todos, y más en Mendoza que es una provincia cara".
Con el antecedente de otras actualizaciones bi y trimestrales (setiembre-diciembre-febrero), representantes provinciales también se encontrarán hoy para definir el plan de acción, que incluye actualizaciones por semestres.
Será un tema hoy y, con el pedido de convocatoria a las cámaras empresarias ya listo para enviar al Ministerio de Trabajo, también el fin de semana, cuando en Mendoza se realice el Congreso nacional del sector.
Será entre viernes 21 y sábado 22 en el Hotel Savoia (ex Ejército de Los Andes, en Bermejo), al que ya se comprometieron a asistir hombres de peso como Rodolfo Daer, secretario general del STIA en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, y ex titular de la CGT dos períodos consecutivos. Su hermano Héctor (Sanidad), es parte de la cúpula actual de la CGT.
Si bien en ocasiones se centra en actualizar su convenio colectivo, es una actividad sindicalizada que suele movilizarse más temprano que tarde cuando de actualizar los salarios se trata. Esta vez sus responsables también toman rumbo a Buenos Aires.
A Julián Matamala, al frente del Sindicato de Petroleros Jerárquicos de Cuyo, con base en Mendoza, lo esperan entre martes y miércoles un par de encuentros. Primero en la cartera laboral que maneja Kely Olmos, y luego con las cámaras de servicios petroleros con el mismo fin.
"La última reunión fue a fines de marzo, cuando acordamos una mejora del 20%, pero no teníamos el dato del IPC. Intentaremos avanzar, con la intención de que frente a la situación económica actual podamos discutir los sueldos cada tres meses", adelantó Matamala.
Actualmente, el sindicato representa a alrededor de 1.400 trabajadores. Luego del último acuerdo, el salario básico inicial quedó en $430.000 brutos (unos $350.000 de bolsillo) para una jornada laboral de 8 horas, sin contar adicionales.