Desde el Departamento General de Irrigación destacaron la importancia de los recientes temporales de lluvia y nieve.
Octubre con nieve en la cordillera malargüina (Foto Claudio Altamirano).
Las precipitaciones pluviales y níveas de la última parte de octubre, que duplicaron el promedio mensual en Malargüe, ayudarán a la recuperación que están experimentando las cuencas hídricas de la zona desde hace tres años, un aliciente para los organismos encargados de la distribución del agua.
Jorge Fernández, Jefe de Riego Malargüe del Departamento General de Irrigación dio a conocer algunos datos que aportan al mejoramiento de los cauces hídricos del departamento sureño para los próximos meses, contribuciones al ya conocido pronóstico de escurrimientos para el 2024-2025.
Fernández aclaró que pese haber nevado menos este invierno comparado al del 2023, en Malargüe los principales ríos y sus afluentes van a estar levemente por encima de la media de los últimos años, lo que lleva tranquilidad a los regantes y a todos los usuarios del agua.
El funcionario del Departamento General de Irrigación concordó con SITIO ANDINO cuando se abordó la importancia de los últimos temporales de lluvia, fenómenos meteorológicos que fueron además acompañados por nevadas y neviscas en alta montaña.
Las lluvias de la segunda quincena de octubre superaron ampliamente el promedio mensual para la zona, que es de unos 30 milímetros. Según datos aportados por técnicos del Servicio Meteorológico Nacional que operan en el Aeropuerto Internacional de Malargüe Ricardo Salomón, los registros en total sumaron más de 60 milímetros, precipitaciones que también aportaron a los sistemas fluviales locales, entre otros a la cuenca de Laguna de Llancanelo.
“Posterior al pronóstico” del Departamento de Irrigación para la temporada 2024-2025 “hubo una nevada considerable por lo que será un poco mejor” la situación de los ríos de Malargüe remarcó Jorge Fernández.
Otro tema que surgió del diálogo centrado en los pronósticos de escurrimientos salió el de los deshielos que comienzan a tener mayor incidencia en estos días.
Una particularidad que se está dando al menos en Malargüe, es que en los últimos días también se han registrado temperaturas bajas en el oeste departamental, algunas por debajo de cero en cordillera, fenómeno que atenúa la fusión de a nieve.
Gracias a este suceso ambiental “el periodo de descarga de los ríos” de Malargüe “aumenta” o se extiende, permitiendo llegar sin sobresaltos a los meses de febrero o marzo, cuando se registran los caudales más bajos.
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