Este lunes 24 de abril, todos los portales de instituciones relacionadas a la salud destacan la conmemoración del Día Mundial Contra la Meningitis, desde los de divulgación científica, universidades o los propios hospitales, aprovechando la penetración de las redes para llegar a cada ciudadano. Para evitar el avance de la enfermedad es que el Ministerio de Salud de la Nación, con todas las provincias de la Argentina, y por mandato de la Organización Mundial de la Salud insisten en la vacunación “que es obligatoria” para prevenir la enfermedad”.
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Diferentes campañas que se extienden durante todo el año centran primero en informar que es la meningitis meningocócica, enfermedad generada por la bacteria neisseria meningitidis, patología además que es “muy contagiosa”, y que provoca la inflamación de las meninges “membranas que recubren el cerebro y la médula espinal”. Los especialistas remarcan que “cualquier persona puede ser alcanzada por esta bacteria, pero son los bebés y niños los más vulnerables al contagio”.
Es la propia Organización Mundial de la Salud la encargada de informar los daños que produce en la sociedad esta enfermedad, que en las últimas dos décadas a alcanzado a un millón de habitantes en el planeta, dejando el fallecimiento de cien mil personas.
En la actualidad el continente africano es el más afectado por la enfermedad, y la detección de la meningitis se produce en “en el cinturón que cruza al continente desde Etiopía a Senegal”.
Se debe saber la bacteria neisseria meningitidis se transmite “solamente de persona a persona” y el medio es “a través de gotas de saliva”. Un dato significativo que destaca la Organización Mundial de la Salud es que “entre el 10 al 25% de la población mundial es portadora de la bacteria”, considerados a su vez como “portadores sanos”, durante periodos de “cinco a quince semanas”.
Síntomas que denotan la presencia de la meningitis
Al comienzo para los efectores de la salud es importante “diagnosticar la enfermedad no es fácil” pero debe ser con prontitud “por la fulminante progresión de la enfermedad". Para el diagnóstico los profesionales de la salud necesitan “una muestra del liquido cefalorraquídeo”, cuyo primer indicio de infección puede “ser la turbidez” de la muestra antes de ingresar al laboratorio.
Detectada la enfermedad o grandes probabilidades de su presencia, en forma urgente se debe desarrollar un tratamiento con “antibióticos específicos que ingresan al líquido cefalorraquídeo”. La sustancia que utilizan los médicos es la ceftriaxona para pacientes “mayores a dos meses y durante cinco días”. A los niños aún “más pequeños se debe administrar a lo largo de siete días”.
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Lamentablemente alrededor de un 8% de los pacientes alcanzados por la enfermedad fallecen a los dos días, mientras que “uno de cada cinco sobrevivientes al ataque de la neisseria meningitidis sufren sus secuelas” que van desde “discapacidades permanentes, como daño cerebral, hasta la pérdida auditiva o discapacidades del aprendizaje”.
La vacunación es la mayor frontera al avance de la meningitis
Para evitar la propagación de la enfermedad es que los gobiernos nacionales, junto a la Organización Mundial de la Salud insisten en la vacunación temprana, que además como en la Argentina es obligatoria en todos los continentes.
Este método de profilaxis es la herramienta fundamental que tiene la medicina desde el Siglo XX para combatir todas las enfermedades contagiosas. La vacunación “ha logrado prevenir hasta el 70% de los casos”, principalmente en África donde se producen los brotes.
