Hace poco se filmó en Potrerillos escenas de la película “Jaque mate”, que tiene a Adrián Suar como protagonista principal -junto a una actriz española y un actor israelí- y entre todos los que trabajan aparece Álvaro Bianchi, un mendocino que es doble de riesgo, una profesión para pocos que se ve siempre en diferentes películas.
Pero, lo cierto es que Álvaro también es instructor y asesor de combate y de seguridad en los Estados Unidos. Es decir, es un arma mortal.
En una visita que hizo al programa El Buen Salvaje que se emite por Radio Andina 90.1 de lunes a viernes a las 20, Álvaro Bianchi contó sobre su historia y acá están los momentos más destacados de esa charla:
-Soy doble de riesgo, una profesión en muy poco conocido sobre todo en la Argentina. Hay solo dos grupos listos para trabajar: uno en Buenos Aires y el otro en Mendoza.
-El doble de riesgo es aquel que cuando filman una pelea se cae, se tira del lado de las explosiones, hace las escenas de riego, No siempre es el que reemplaza al actor, aunque muchas veces lo tienen que hacer.
-El doble riesgo a veces tiene algunos papeles muy cortitos, con algunos diálogos con el actor. En “Jaque mate” hice un diálogo pequeño con Adrián Suar y, además, tuve que pelear. Es más, en una acción terminé con la boca lastimada por un golpe de él, cosa que lo preocupó mucho… pero son cosas de las filmaciones.
-Arranque en esta profesión trabajando con otro mendocino, Guillermo Grispo. Él fue el que me invitó a participar en el mundo del cine. Así pude llegar a “300”, aquella película que describe la batalla de las Termópilas, donde el rey Leónidas y sus 300 guerreros espartanos pelearon a muerte contra el “dios-rey” persa Jerjes I y su armada, supuestamente integrada por un millón de soldados. Estuve seis meses en Bulgaria y salgo de persa y de espartano haciendo distintos personajes.
-La coreografía de pelea tiene un entrenamiento bastante duro porque es muy exigente la parte física y para eso hay que ser muy rutinario. Una toma se hace muchas veces y hay que practicar para que quede bien.
-Después de “300” se abrió la posibilidad de trabajar en distintas producciones de Hollywood y eso me ha traído bastante trabajo, por suerte. Y la posibilidad de filmar en Mendoza también nos abrió una fuente de trabajo, mucho más cerca de mi casa…
-También tengo entrenamiento militar. Todos los años voy a entrenar con el cuerpo de Marines de los Estados Unidos, a la base que tienen en California. Otras veces voy a Washington.
-Esta formación militar me permite dar cursos a especialistas en seguridad. Llevo muchos años donde instrucción para distintas unidades. En Mendoza he dado para la Gendarmería, para la policía, para el ejército y la penitenciaría en distintas unidades con funciones específicas.
Si querés escuchar el resto de la entrevista, hace click abajo: