En un polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata colmado, la selección Argentina de básquet masculino se impuso ante su par de Canadá por un trabajoso 83 a 73, que la deja bien parada de cara a la última fecha de las Eliminatorias de la Copa del Mundo “Filipinas, Japón e Indonesia” 2023.
El combinado dirigido por Pablo Prigioni contó con un Facundo Campazzo –hoy en el Estrella Roja de Serbia, aunque imposibilitado de participar de la Euroliga por una sanción- descomunal. El base cordobés convirtió los primeros nueve puntos de los suyos, todos a través de la vía de las penetraciones.
La planilla para el capitán -quien retornó tras la ausencia en la pasada ventana eliminatoria- concluyó con un doble-doble (13 puntos y 11 asistencias), además de cuatro rebotes y dos robos. En el debe, el tiro exterior, que fijó en 0 de 7. En general, el lanzamiento de tres puntos fue el gran déficit de la noche para los locales, que totalizaron un exiguo 24% (6/25).
Más allá de la agresividad del ex Denver Nuggets bajo el aro rival, no aparecía el juego en equipo y así se mantuvo hasta el segundo cuarto, cuando Facu mostró su mejor faceta asistidora. El DT movió el banco y el inoxidable Carlos Delfino le dio aire al ataque con 5 puntos consecutivos en los últimos minutos del periodo inicial, que quedó en manos de la visita 18-17.
El goleo comenzó a distribuirse en el segundo cuarto. Con la co-conducción de Leandro Bolmaro y el aporte siempre eficiente de Juan Pablo Vaulet, el equipo argentino se acomodó en el rectángulo y dominó a un Canadá que se ahogó en ofensiva.
Ajustada la defensa local y el juego colectivo, la albiceleste cerró la primera mitad arriba por 40-31. El estadio explotó con una asistencia sobresaliente del base a Patricio Garino, quien tuvo un correcto regreso a la mayor tras las lesiones que tanto lo han tenido a maltraer en su carrera.
En la primera mitad del tercer cuarto se vio lo mejor del combinado nacional, cuando sacó una diferencia máxima de 22 puntos (61-39), que se redujo a 11 como consecuencia de los ajustes de la ofensiva canadiense. Fue 61 a 50 para los de Prigioni en ese lapso, que contó con positivos ingresos de Juan Fernández (9 puntos) y Tayavek Gallizzi (2 puntos, 1 rebote y 1 asistencia).
Cuando parecía que la velada se completaría con cierta comodidad, los norteamericanos se acercaron con una seguidilla de triples (10 de 29 en ese apartado), algunos poco ortodoxos, que llevaron al duelo a un resultado más cerrado.
Para el final Prigioni apostó a una defensa en zona y ajustó la presión sobre los internos canadienses, pese a que los lanzamientos de 6,75 metros del rival seguían siendo su mayor capital. La clave estuvo en las pérdidas, forzadas por la defensa argentina, que ascendieron a 18 (siete más que las acumuladas por “El Alma”).
El final fue a pura orquesta. Ya con los hinchas eyectados de sus asientos, fue el momento de Nicolás Brussino, quien con nueve puntos (de los 13 que anotó), completó un sensacional último cuarto.
Sellada la victoria, hubo tiempo para el show. En los últimos segundos el genio Campazzo ejecutó un delicioso alley oop con Garino, para algarabía de los miles de simpatizantes que nunca cesaron en el aliento.
El futuro argentino en las Eliminatorias tendrá a la calculadora como protagonista. El seleccionado nacional enfrentará a República Dominicana (dirigida por el ex DT albiceleste Néstor “Che” García) el domingo en el mismo escenario. De salir victorioso, la clasificación a la cita mundialista estará asegurada.
La complicación surgirá en caso de una derrota. En ese contexto, Argentina dependerá de lo que ocurra en tres partidos del Grupo F (los de Prigioni compiten en el E). Es que tanto Puerto Rico, México y Brasil poseen un registro de 7 victorias y 4 derrotas. Si los tres ganasen sus duelos, alcanzarían a la Albiceleste en su record y regirá la diferencia de puntos. Pero eso será otra historia. Hoy el seleccionado dio un paso fundamental en su objetivo de volver al Mundial, donde defenderá el subcampeonato obtenido en China 2019.