El Ministro de Economía Sergio Massa visitó el miércoles la sede de Coninagro, horas después de que la entidad concluyera su congreso internacional. Los dirigentes de Coninagro le plantearon una serie de requisitorias al ministro, entre ellas la unificación tipo de cambio, mientras el equipo económico sigue negociando con las entidades agropecuarias la liquidación de lo que resta de la cosecha sin, por ahora, resultados positivos a la vista.
Los reclamos y sugerencias de medidas de las entidades agropecuarias, por los menos las que elevó Coninagro no parecen ni descabelladas ni cuestionables. Pero la pregunta es qué pasaría y cómo se comportaría el sector si esas medidas se tomarán y cómo se cubrirían -por ejemplo- los baches fiscales. Temas que no se discuten de cara a la sociedad y que ayudarían a comprender o no la pertinencia de los reclamos.
Uno de los reclamos más sonados, aparte de la desaparición de las retenciones, es el tipo de cambio que desde los sectores exportadores se considera atrasado.
No importa cuando leas esto, el reclamo por el atraso (real o supuesto)se ha vuelto habitual en la Argentina y se transforma difícil determinar si el cambio está atrasado o no más allá que cada uno exhibe sus justificaciones a favor y en contra siendo casi imposible determinar un punto de equilibrio.
Sin embargo hay algunas aproximaciones que se pueden hacer para que cada uno saque sus conclusiones de acuerdo a algunos estándares internacionales.
El CELAG preparó un informe que toma esos valores y que, cada uno, puede después comparar con los diversos tipos de cambio que rigen en la Argentina de las brechas cambiarias.
Uno de esos y quizás el más famoso popularmente es el índice Big Mac que permite medir la paridad del poder adquisitivo absoluta entre distintos países. Se calcula dividiendo el precio homogéneo de la famosa hamburguesa en Argentina por el precio que tiene en Nueva York .El resultado de esa cuenta indica cual es el tipo de cambio que igualará el precio en los dos países. El valor es de 114 pesos lo que indica que el tipo de cambio está depreciado un 15 por ciento aproximadamente.
Otro índice que se está poniendo de moda es el Latte, que al igual que el de la hamburguesa toma como referencia el café Latte Tall de la cadena Starbucks. Este índice da un dólar de 163 pesos o sea que el tipo de cambio está apreciado un 20 por ciento aproximadamente.
Se pueden tomar también por ejemplo como índice los salarios mínimos de la región y el Celag lo hizo calculando el tipo de cambio que sería necesario para igualar el promedio de los salarios mínimos de 8 países de la región (Perú, Brasil, Colombia, México, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia) en este caso el dólar se fijaría en 158 pesos por lo que también está apreciado casi en un 20 por ciento.
Ya con datos todos de nuestra economía la Celag calcula el cambio implícito con el M2 o sea el cociente entre los pesos en circulación (M2) que incluye circulante, cuenta corrientes y cajas de ahorro sin considerar los depósitos a Plazo y por el otro las reservas oro, divisas, colocaciones a plazo y otros, En ese caso el cambio da 247 pesos o sea un valor más cercano a las cotizaciones financieras que al mayorista.
Para finalizar calcularon el Índice Base Monetaria que también es un cociente entre los pesos en circulación que incluye la base circulante y las reservas de los bancos en el BCRA y las reservas en la misma definición que en el caso anterior y en ese caso el cambio es de 115 pesos, muy cerca del índice de la hamburguesa.
Como se diría en derecho hay media biblioteca a favor y media en contra respecto a si el tipo de cambio está atrasado o no lo que demuestra la complejidad del tema para llegar a acuerdos entre las partes en disputa.
En esa discusión es imposible soslayar la problemática inflacionaria que descalza los costos de los productores ya sea agropecuarios o industriales y que hacen que siempre el tipo de cambio que reciben por sus exportaciones parezca atrasado. Pero también hay que decir que las cadenas de costos de producción en la Argentina son siempre un misterio por lo que también se hace difícil comprobar la veracidad de los reclamos.
