En el Día para la Erradicación de la Pobreza, Valentina Ledda, socióloga e investigadora del Conicet, dio detalles sobre el panorama de la provincia y el país.
Pobreza que duele: aseguran que vivimos con uno de los valores más altos de los últimos 20 años
Foto: Andino TVCada mes, comprar alimentos, medicamentos, tomarse un colectivo o subirse a un taxi, pagar el alquiler y los servicios se convirtió en una verdadera odisea en la provincia de Mendoza y en el país. Bajo una pobreza del 52,9% en el Gran Mendoza, investigadores aseguran que que vivimos con uno de los valores más altos de los últimos 20 años.
Desde 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 17 de octubre como el "Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza". Sin embargo, por la profundización de la crisis económica, la pobreza es una problemática estructural muy difícil de superar.
"La publicación oficial que realiza INDEC se refiere a la pobreza por ingresos y, específicamente, al aglomerado urbano de Gran Mendoza (no a toda la provincia). A su vez, esta publicación presenta datos semestrales. Para el primer semestre de 2024, que son los últimos datos oficiales, la pobreza afectó al 52,9% de la población en Gran Mendoza. A nivel nacional se registró el mismo valor", explicó la socióloga e investigadora del CONICET del Instituto de Trabajo y Producción (UNCUYO), Valentina Ledda, a Sitio Andino.
Y agregó: "En el caso de la indigencia (que es la pobreza más extrema), mientras que en Gran Mendoza el valor fue de 13,8%, en el país fue de 18,1%. No se registraban estos valores desde, por lo menos, 20 años atrás".
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En términos generales, Ledda destacó que la pobreza en Argentina, como en América Latina, "es una problemática estructural", por lo que tiene una "persistencia en el tiempo" y está vinculada con factores sociohistóricos y económicos, principalmente "con el modelo de acumulación existente en el que prima el extractivismo y la exportación de productos primarios".
"Los frutos de ese modelo quedan concentrados en pocas manos y el modelo no tiene capacidad de dinamizar el mercado interno o de incorporar población al mercado de trabajo en puestos laborales formales, bien remunerados, con derechos laborales que le permitan a las personas salir de la pobreza. De este modo, la población busca mecanismos de supervivencia como son las actividades informales, el autoempleo, la economía social y popular, actividades de baja productividad e ingresos bajos y sin acceso a la seguridad social, que les permiten sobrevivir, pero no alcanzar umbrales mínimos de ingresos para superar la condición de pobreza", explicó la especialista.
Con vastas investigaciones en la temática, la socióloga Valentina Ledda explicó que, desde 2003 a 2013, las políticas de intervención del Estado que se aplicaron lograron reducir significativamente la pobreza, aunque no alcanzaron para terminar con la problemática en su totalidad. "Un cuarto de la población argentina continuaba siendo pobre".
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"Estos límites tuvieron que ver con una falta de discusión más profunda sobre el modelo de acumulación y de políticas de más largo alcance de cambio estructural en la matriz productiva y en la redistribución de la riqueza, la tierra y los ingresos", dijo.
Sin embargo, durante los últimos meses y con la implementación de las políticas macroeconómicas que impulsó el Gobierno Nacional, la pobreza escaló a niveles impactantes. "Específicamente por la devaluación que hubo en diciembre, por una profundización en el deterioro de los ingresos y el fortalecimiento del modelo de acumulación primario-exportador".
Y continuó: "Es importante mencionar que la pobreza por ingresos venía creciendo desde 2016, situación que se agudizó con la crisis económica de 2018-2019, con la pandemia y con la alta inflación del último año. Es decir, se han ido acumulando crisis que han empujado a más gente a la pobreza".
Pese al desarrollo de la investigación y, poniendo como base un panorama de estabilización de la inflación, "no se espera una mejora de la situación". Para Ledda, tiene que ver con:
"Esta situación puede empeorar aún más en el caso de que haya una nueva devaluación y que el Estado siga desfinanciando políticas sociales, educativas y sanitarias", dijo la socióloga.
Y finalizó: "Para pensar la pobreza y cómo solucionarla es importante mirar su contracara, que es la acumulación de riqueza y privilegios. La Argentina es un país muy rico en recursos, pero la discusión tiene que estar en cómo distribuirlos más equitativamente".
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