El policía cumplía con sus funciones en la Comisaría 40° del barrio La Estanzuela.
Un policía fue separado provisoriamente por no cumplir con sus funciones mientras cumplía con una consigna en la casa de una mujer en el departamento de Godoy Cruz. El efectivo cuidaba a una víctima de violencia de género y esta misma lo denunció porque se estaba tomando una cerveza mientras cumplía con su trabajo. Le retiraron el arma y el chaleco. Investigan si luego de la denuncia amenazó a la mujer.
El hecho sucedió este miércoles por la tarde cuando una mujer de 65 años llamó al 911 para denunciar a un policía que se encontraba cumpliendo una consigna en su domicilio del barrio La Estanzuela de Godoy Cruz.
La denuncia se refería a que el auxiliar, de 37 años y con prestación de servicio en la Comisaría 40° de dicha barriada, se encontraba tomando alcohol en el horario de trabajo y mientras debía cuidar a la víctima por una causa de violencia de género.
Los policías de esa misma dependencia llegaron a la casa y pidieron el apoyo de Tránsito Municipal, cuyos agentes le hicieron el teste de alcoholemia. El resultado fue de 0,11 gramos de alcohol en sangre. Por ese motivo los efectivos alertaron de esa situación al Centro Estratégico de Operaciones y luego a la Inspección General de Seguridad.
El policía en cuestión había tomado una cerveza mientras cuidaba a la mujer y la casa. Por ese motivo desde la IGS activaron el protocolo y le retiraron el arma provista, la pistola Taurus calibre 9 milímetros y el chaleco antibalas. Y se le abrió un sumario administrativo para continuar con la investigación interna en cuanto al cumplimiento de los deberes como funcionario público.
Además, cuando los colegas del sujeto llegaron a la vivienda, lo encontraron adentro de su auto y junto con su pareja. Esta situación también será analizada con las autoridades. Pero no sólo eso, sino que el efectivo amenazó a sus pares indicándole que tenía apoyo de sus superiores.
Por último, tras el procedimiento, el policía regresó a la casa de la mujer donde cumplía con la consigna y la habría amenazado por hacer la denuncia al 911. Ella habría sido quien le vendió la cerveza que consumió.
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