Varios meses pasaron para que la mediática Kim Kardashian decidiera dejar el anonimato y volviera a mostrar su sensual figura.
Tras haber dado a luz a su bebé North el pasado 15 de junio, la novia del rapero Kanye West no se había vuelto a mostrar sexy frente a su público, como lo hizo desde que comenzó su exitosa carrera en televisión.
A pocos días de cumplir 33 años (el 21 de octubre), Kim demostró que pudo perder los kilos de más que ganó durante el embarazo y se prepara para una gran fiesta en Las Vegas para celebrar junto a sus familiares y amigos.
En su reality, Kardashian había comentado que tenía ganas de volver a desnudarse cuanto antes. "Ni bien me ponga en forma, lo primero que quiero hacer es posar en Playboy o hacer una foto sin ropa, sólo quiero caminar por la calle desnuda", había asegurado la modelo y actriz.
Sin embargo, la primera foto la subió ella misma a la red social Instagram con el mensaje "No Filter" (sin filtro), mostrándose con una malla entera color blanca y de espaldas.
Tras haber sido mamá, Kim cambió su clásica cabellera morocha y se pasó al bando de las rubias, provocando tanto elogios como críticas. Pero, sin prestarle atención a los comentarios sobre su pelo o su figura, siguió al pie de la letra la dieta Atkins, que con un efecto metabólico permite bajar rápidamente de peso, y perdió los 13 kilos que había ganado durante su embarazo.