Sin embargo, el relato de su jefe y las pocas pruebas que tenía la Justicia en contra suyo, sirvieron para que el joven recuperara la libertad. Pero, claro está, atrás quedaron cuatro días en los que Morales vivió en una celda, sin saber cuándo podría volver a estar en libertad, y sobre todo, pensando que estaba incomunicado por un delito que, según él, nunca cometió.
Lo cierto es que hoy, minutos después de las 13, el joven fue liberado. Fue un día después de que su jefe declarara en el expediente y confirmara que al momento del hecho, Morales estaba trabajando en la confitería.
Con su mochila, en la que llevaba las cosas del trabajo, Jhonny caminó desde la puerta de Contraventores hasta calle Virgen del Carmen. Cuando por fin vio a su novia y padre, corrió. Se abrazó con ellos y al mismo tiempo recibió un teléfono.
Del otro lado estaba su madre y el mensaje fue claro: Ya estoy libre, vieja. Nos vemos en la casa, dijo el joven y más tarde cortó.
Y entre abrazos, lanzó: Cuando pasó todo estaba trabajando. No puede ser que anden acusando a gente que es inocente.
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Jonathan Morales se abraza con su novia. A su lado estaba su padre, y la abogada que lo defendió. |
Después, más tranquilo, contó sus días en el centro de detención y aseguró que muchos de los acusados que hoy están en Contraventores no tienen vinculación con los casos que se los acusan.
Acá (por la cárcel) hay muchos inocentes. Hay un chico que hace un mes que está preso y no tiene nada que ver. No puede ser, es que gente que estaba trabajando, soltó el joven.
Luego agregó: Alguien que no hizo nada está detenido acá. Dicen que declararon que fui yo pero pregunto, si el gobierno puso tantas cámaras porqué no se fijan ahí.
Morales contó que el lunes salía de su trabajo (a la hora debía regresar) cuando fue abordado por policías. Le pidieron el documento y él se los dio. Después me dijeron, bueno, vaya, recordó el joven.
Sin embargo, a los pocos pasos, uno de los efectivos lo llamó de nuevo y lo obligó a ponerse contra la pared. Me dijo que me quedara quieto. Después me trajeron acá (por Contraventores), contó.
Allí comenzó una semana que, posiblemente, esté entre las peores de la vida del joven. Y justamente él, las recordó como algo insoportable.
Acá no se puede ni dormir. Es una cosa que te mata la cabeza. Sólo querés ver a tu familia, a tus viejos, a tu novia. Es algo insoportable, esto no es vida. Por cómo te trata, no se puede vivir, agregó.
Y antes de irse con su familia, se acordó de su jefe: Se lo agradezco de mil maneras. Le doy gracias a Dios que él me ayudó una banda. Ahora tendré que disfrutar de la familia y la libertad.
A partir de hoy, Morales seguirá en libertad aunque continúa imputado en la causa, como supuesto autor material del crimen del médico.
La situación del Pipi Merlo, sospechado por participación secundaria, es similar. Fuentes judiciales admitieron que no hay muchas pruebas en su contra y la detención pende de un hilo.
La diferencia es que Merlo tiene antecedentes y se está terminando de confirmar si no tiene medidas pendientes, explicaron. Por esto, se cree que en la próxima semana, este joven también recuperaría la libertad, y el caso Prado quedaría sin detenidos.
Quedó en libertad el sospechoso de matar a Sebastián Prado
El fiscal de la causa no encontró elementos para continuar con la prisión preventiva de Jonathan Morales, pero continuará vinculado al caso. La situación del otro detenido sería similar.