Triunfo en Corrientes. Puerta abierta al 2015 (por Sergio Bruni para Sitio Andino)
El problema fundamental de la economía nacional es el proceso inflacionario cuyos efectos, han comenzado a generar preocupación y un claro mal humor en la sociedad.
La semana pasada escribíamos, desde ésta misma columna, que el problema fundamental de la economía nacional era el proceso inflacionario cuyos efectos, más allá de las inconveniencias a nivel macro-económico, han comenzado a generar preocupación y un claro, evidente y directo mal humor en la sociedad.
Esta situación social posee desde luego una consonancia política. La derrota contundente sufrida en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias por el proyecto Nacional y Popular: una muestra clara y objetiva del descontento ciudadano.
Dicho proceso electoral tuvo un nuevo round, ésta vez en Corrientes. Nuevamente el modelo recibió una respuesta negativa, ahora en una provincia gobernada por el radicalismo.
El último fin de semana el Gobierno Nacional enfrentaba un escenario, donde si bien se trataba de una elección provincial despegada del calendario electoral nacional, tanto el discurso del candidato - medallista olímpico - Camau Espíndola como el del Frente para la Victoria eran absolutamente plebiscitarios de la gestión Nacional.
En declaraciones públicas el Senador Ernesto Sanz, quien participara activamente de la campaña electoral junto al Gobernador Ricardo Colombi, señaló en medios nacionales que "el Gobierno perdió la posibilidad de generar un cambio de clima y un cambio de humor después de la derrota del 11 de agosto" en las PASO, y advirtió que el fracaso del kirchnerismo en esa provincia "tiene trascendencia nacional".
Sanz agregó que el Gobierno realizó "un despliegue tan fuerte, tan fenomenal de su aparato, que ahora tiene que pagar las consecuencias" por el traspié de su candidato, Carlos "Camau" Espínola. En este sentido, sostuvo que "nunca" vio "que un gobierno nacional intente influir en la elección de una provincia tan fuertemente" como lo hizo el kirchnerismo: trajeron a los gobernadores; vinieron todos los ministros; desembarcaron con cosas materiales para dar, camiones y camiones; metieron propaganda oficial...
El apoyo de toda la plana nacional y el acompañamiento del resto de los gobernadores encuadrados con el proyecto kirchnerista, fue expreso y de público conocimiento. En la misma campaña a Gobernador de la Provincia de Corrientes del Intendente Camau Espíndola, se generó una actividad electoralista desde la Fundación Gestar, el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista de la que participaron, entre otros, Daniel Scioli, Jorge Capitanich y Sergio Uribarri, además de varios funcionarios nacionales de peso, como el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el titular de la Anses, Diego Bossio.
Ahora bien, luego del paso de los funcionarios nacionales y provinciales señalados, se efectuaron denuncias públicas que reflejaron distintos medios de comunicación social, sobre la entrega de prebendas que provenían de la Nación: dinero en efectivo, cinco mil televisores plasmas, dos mil heladeras, y un número similar de cocinas.
Es preciso recordar que la gestión del Gobernador Colombi demandó a la Nación (al igual que otras cinco provincias argentinas Santa Fe, Córdoba, San Luis Corrientes y Santa Cruz) por unos 2.500 millones de pesos debido a la liquidación de la coparticipación con una reducción del 15% destinada a cubrir los fondos del ANSES. Las provincias aludidas, no efectuaron el traspaso de la Caja de Jubilaciones a la Nación por lo cual le reclaman, entre otros, la devolución de la deducción señalada que integraba el Fondo de Garantía de Sustentabilidad creado en la Ley de las AFJP.
Corrientes es una provincia bien administrada, a pesar de la deuda que la Nación mantiene con ella, la cual excede la órbita previsional, como por ejemplo aquella por $1.397 millones por una decena de conceptos: entre ellas las regalías de Yacyretá y de Salto Grande.
Esta provincia lleva adelante un proceso de desendeudamiento en cuyo marco se pagaron más de $3.000 millones de deuda pública en los últimos 10 años, se aumentó la recaudación propia más del 900%, sin subir impuestos ni aumentar la presión fiscal, se triplicó el patrimonio neto del Banco de la Provincia, efectivizando préstamos por $1.500 millones en sólo 3 años y los depósitos privados crecieron 139%. El mismo Senador Sanz, pasada la campaña, manifestó públicamente que el Gobierno de Corrientes posee un plazo fijo por valor de tres meses de la planilla de sueldos de la administración pública, el cual funciona como una suerte de fondo anticíclico.
En este contexto, creemos que el Sr. Gobernador de Mendoza debería tomar nota de lo que significa administrar con eficacia y eficiencia en la Argentina de hoy, sin llevarnos al endeudamiento masivo para pagar gastos corrientes como sí lo hace su administración.
Las gestiones del radicalismo mendocino, también fueron ejemplo de buena administración, exhibiendo cuentas públicas saneadas sin dejar de lado tanto el desarrollo social como el crecimiento económico.
Por ello, sabemos que inexorablemente el paso del tiempo y las experiencias pasadas servirán para que el ciudadano común vislumbre al partido de la democracia como herramienta de alternancia en el poder. Sólo se requiere una mínima cuota de grandeza, que resuelva los problemas internos y genere categóricamente la imagen de un partido unido y con voluntad cierta de poder.