Elecciones

Caló quiere internas en el PJ y no excluye a Massa

Los sindicatos, que son un pilar estratégico del movimiento, están a un paso de encolumnarse detrás de una misma idea.

Por Sección Política

Después de años de letargo, y sin atisbos de una posible re-reelección de Cristina Kirchner, el Partido Justicialista (PJ) comienza a dar señales orgánicas con vistas a la sucesión de 2015. A pesar de la atomización, los sindicatos, que son un pilar estratégico del movimiento, están a un paso de encolumnarse detrás de una misma idea: reclamar elecciones internas para dirimir el liderazgo político del peronismo.

Ya se manifestó en ese sentido Luis Barrionuevo y también lo insinuó Hugo Moyano. Quien se sumó ahora a esta propuesta es el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, que no le cerró las puertas de la disputa a Sergio Massa, volcado hoy a la oposición kirchnerista.

"Después de octubre, hay que barajar y dar de nuevo. Es necesario que el PJ convoque a una interna. No será fácil porque hace diez años que no se hacen. Creo que será un aporte", dijo Caló a LA NACION. Y no descartó la participación de nadie. "Massa, si quiere, que juegue. ¿Por qué no? Están abiertas las puertas para todos los que se consideren peronistas", intentó ser amplio y plural.

La postura de Caló no se debatió aún entre la cúpula de la CGT oficialista. Aclaró que se trata de una mera decisión personal, como líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Su pedido de una interna partidaria coincide con la exigencia que hizo la semana pasada Barrionuevo, referente del puñado de gremios que integran la CGT Azul y Blanca. "Hay que hacer una interna del PJ como fue en 1989 la de [Carlos] Menem y [Antonio] Cafiero. Es la única manera de tener 30 años más de peronismo. Jugarán Massa y De la Sota porque no veo a otro, ya que Scioli va a morir con el kirchnerismo", pronosticó ante LA NACION el referente de los gastronómicos.

En caso de que se avance en este plan, Moyano evaluará seriamente su regreso al partido, según confiaron a LA NACION desde su entorno. El 15 de diciembre de 2011, el líder de la CGT con sede en Azopardo 802 renunció a la presidencia del PJ bonaerense y a la vicepresidencia de la conducción nacional. Aquella vez, desde el estadio de Huracán y bajo una lluvia intensa, cuestionó la pasividad partidaria.

"El PJ es una cáscara vacía, está falto de peronismo. No tengo vocación de bufón, por eso no puedo aceptar que otros tomen las decisiones en el seno del justicialismo. Renuncio a los cargos, pero jamás a la lucha", desafió el jefe de los camioneros.

Desde su alejamiento, Moyano intentó crear un nicho de cuña peronista para reunir bajo un mismo techo a los hombres del PJ desencantados con el Frente para la Victoria. No lo logró. O lo logró, pero a medias. Primero exploró un acercamiento con Scioli, por entonces vapuleado retóricamente por el kirchnerismo. Luego formó su propio partido, que no tuvo ningún éxito electoral. Giró y selló una alianza con Francisco De Narváez, que está próxima a quebrarse. Y su fugaz armado con los gobernadores José Manuel De la Sota y Daniel Peralta amenaza con diluirse ante el triunfo que obtuvo Massa en el territorio bonaerense.

Con Moyano y Barrionuevo alejados de la estructura partidaria, la intervención de Caló devuelve al sindicalismo a la mesa de debate del PJ. El jefe de la UOM es uno de los vocales a nivel nacional, junto con otros dirigentes de la CGT oficialista, como Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (AySA) y Víctor Santamaría (Suterh), que será anfitrión del próximo encuentro partidario, en dos semanas.

Las elecciones del 11 de agosto fracturaron a la CGT oficialista. La cúpula, con Caló al frente, se mantiene alineada al kirchnerismo y así afirma que lo seguirá haciendo. El sector de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios) decidió jugar políticamente con Massa y apuesta a su proyección. En el medio, casi como en un limbo, quedaron el ferroviario Omar Maturano y el colectivero Roberto Fernández. Ambos tienden puentes hacia el massimo, pero a su vez prometen lealtad al Gobierno en el despacho del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Fuente: La Nación

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