Como siempre, ya no estamos acostumbrando a ver a los "barras", que sólo van a la cancha a causar destrozos. Todo iba bien hasta que éstos se trenzaron con la policía y algunos hinchas de Independiente que estaban ubicados, mirando la provocación de los Mensanas. El encuentro estuvo varios minutos suspendido por incidentes en la tribuna Blanquinegra.
Además, el operativo policial falló, ya que por la poca cantidad de efectivos (teniendo en cuenta un partido de estas características, en el que se sabe de antemano que puede haber conflictos entre las hinchadas) las dos parcialidades se encontraron y hubo piedrazos y disturbios en el extremo norte de la platea descubierta.
Posteriormente, la policía continuó reprimiendo, y cuando los fanáticos leprosos se habían alejado hacia el otro sector, uno de los uniformados tiró gas lacrimógeno hacia la tribuna y un niño se desmayó. Así y una vez más, los problemas no tuvieron solución y los encargados de la seguridad no actuaron como correspondía.
El encuentro entre las viejas glorias se suspendió y se le dio por ganado a la "Lepra" 1 a 0 por el gol de Suárez. Posteriormente, el partido entre los equipos de Primera del "Lobo" y el "Azul" se canceló por la decisión de los jugadores mensanas de no salir a disputar el match, ya que el padre del futbolista Maximiliano Mascareño resultó herido por una bala de goma.
Se resolvió que el "festejo", si cabe la palabra después de lo que ocurrió, sería un partido entrenamiento entre el elenco titular y los suplentes del conjunto del "Parque". Así, y debido a los problemas organizativos de un evento de estas características, en los que no se tuvo nunca en cuenta los problemas que podrían ocurrir, la fiesta del Centenario de Independiente Rivadavia se vio opacada totalmente.