Estoy aterrorizado, abatido, devastado, la cabeza me va para un lado, para el otro. No me soporto a mí mismo, decía Omar Chabán en una entrevista realizada horas antes de que quede detenido y cuando aún no sospechaba que finalmente su pena de 10 años y 9 meses de prisión sería declarada por la Cámara de Casación de cumplimiento efectivo. Tengo miedo de ir preso. Estoy todo el día dándome manija, tirándome hacia abajo, agregó.
Desde aquella noche mis días son un martirio. La situación frente a la justicia, frente a la opinión publica, la agresión social, los medios de comunicación han dicho barbaridades sobre mí, sostenía Chabán lamentándose por su destino.
Me estoy levantando muy temprano y leo, solamente leo. Corté el teléfono, no quiero hablar con nadie, no quiero que nadie se llene con mis problemas, sostenía el ex gerenciador de Cromañón. Y una vez más intentó posicionarse como el único que se hizo cargo de lo ocurrido y el único que padece las consecuencias de una tragedia previsible: He asumido la responsabilidad histórica que no veo que los otros hayan asumido. En este caso nadie quiso escuchar la verdad. La historia está mal contada, la justicia no fue objetiva.
En efecto, el ex gerenciador del boliche que se incendió el 30 de diciembre de 2004 y se convirtió en una trampa mortal para 194 personas y quedó en la memoria de los argentinos como la peor tragedia no natural, Chabán insistió en la responsabilidad de los tres chicos que él mismo vio tirar pirotecnia hacia el techo. Estoy pagando en mis términos la culpa, frente a los padres he asumido que no hago nada, forma mínima de retribución. Y como siempre digo, soy esclavo de las personas que estuvieron en Cromañón, dijo Chabán y resaltó yo siempre fui una buena persona.
En cuanto a Callejeros, dijo que no iba a hablar por ellos y señaló que en el juicio presentaron 30 videos de otras bandas en cuyos recitales también había bengalas. Ante la pregunta de si piensa en esa noche, el ex gerenciador de Cromañón dijo: Pienso en el horror, esto no puede haber pasado, es una locura.
Horas después, Casación convertiría en un hecho su pena. Durante la tarde, entonces, el ex gerenciador se presentó ante la Justicia y quedó alojado en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal, tal y como lo había adelantado su abogado. El siempre dijo que va a acatar la decisión de la justicia, no le quepa la menor duda, como lo hizo desde el primer día. Si se tiene que presentar, se presentará. Si tienen que ordenar la detención, se presentará inmediatamente, había anticipado el doctor Pedro DAttoli en declaraciones a la prensa. El abogado, en tanto, explicó que la Cámara de Casación Penal no ordenó ninguna detención, sino que remitió el expediente al tribunal Oral en lo Criminal 24 para que resuelva lo que corresponde. Lo que sí hizo la cámara es rechazar el recurso extraordinario. Nosotros consideramos que es una decisión contraria a derecho, porque se nos aborta una instancia que es muy importante, que es la decisión última que tiene la Corte Suprema, concluyó.