La lucha de la familia Trossero duró más de dos años. Y como no podía ser de otra forma, una vez escuchado el fallo del tribunal, el desahogo no tardó en llegar. A pesar de que los jueces pidieron mantener el silencio durante todo el veredicto una vez que se oyó condenar a Pablo Yañez por homicidio simple , los padres de Tomás rompieron en llanto.
Con los ojos llenos de lágrimas y abrazados por sus hijos, Augusto Trossero y Teresa Pal salieron del recinto y sólo tuvieron palabras de agradecimiento. Gracias a la Justicia, a Dios y a todos los que nos acompañaron, dijo Trossero.
La familia Trossero festejando el veredicto en la puerta de la Tercera Cámara del Crimen. |
Afuera, sobre calle Virgen del Carmen, los esperaba otro importante grupo de personas, la mayoría de ellos, compañeros de Tomás. Allí todo fue felicidad. Abundaron los abrazos, los aplausos y el fallo fue festejado.
Queremos que esto sirva de ejemplo para todos los Tomás que quedan en la calle. A Tomás no lo recupero más. Ayer fui al cementerio y vi su tumba. Él (por el imputado) tiene la posibilidad de regenerarse, esperemos que así sea, sostuvo Trossero.
El hombre, visiblemente emocionado, pidió de de una vez por todas, se deje de matar gente al volante y aseguró que la lucha que siguió adelante su familia fue por todos los Tomás que hay en la calle.
Fue para ustedes, para los compañeros de mi hijo, para los nietos que van a venir. Esto tiene que cambiar. Los jueces tienen que empezar a dar penas más altas, agregó el hombre y luego concluyó: El que salga en un auto que sepa que tiene un arma. Está en la responsabilidad de cada uno, somos responsables de nuestros actos.
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La madre de Tomás, Teresa Pal, festeja el fallo junto a familiares y amigos de su hijo. |
A su lado, la madre del joven fallecido, también aprovechó la ocasión para agradecer, sobre todo, a Dios y todos sus familiares de otras provincias que no pudieron llegar a Mendoza para seguir de cerca el fallo.
Agradecerles a todos, a los familiares que están afuera de la provincia, a los que vinieron y a los que no llegaron. Al fiscal (por Juan Ticheli) que en todo momento nunca cambió ni una coma de su investigación. Estoy muy agradecida de la comunidad también, porque siempre me apoyaron, exclamó, llorando, la mujer.