Según un estudio de Fundación Huésped y ATTTA 7 de cada 10 varones trans dejaron de realizar consultas médicas sobre salud sexual y reproductiva por temor a experimentar discriminación, rechazo o estigma.
Según un estudio de Fundación Huésped y ATTTA 7 de cada 10 varones trans dejaron de realizar consultas médicas sobre salud sexual y reproductiva por temor a experimentar discriminación, rechazo o estigma.
El activista trans Iván Puhlmann, de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), brindó detalles de esto y de su historia de vida en Canal 6 Telesur. "Tengo 42 años, fui al ginecólogo por primera vez a los 15 y volví a ir a los 37, cuando inicié de una vez por todas un tratamiento hormonal con un seguimiento médico".
«Si tenés una apariencia muy masculina, empezás a sentirte observado por una pregunta que quizás se hace cualquiera que es qué hace este tipo viniendo al ginecólogo solo, ¿por qué no vino con la mujer? ; y si tenés una imagen ambigua, también existen estas miradas de extrañeza».
Del estudio realizado, el 66% de las 415 masculinidades trans e identidades no binaries que participaron aseguró haber vivido situaciones de discriminación o un trato negativo relacionados con su identidad de género en los servicios de salud. No sólo por parte del profesional de la salud, también por parte del personal administrativo, del personal de seguridad y por supuesto las personas que se encuentran en las salas de espera.
El acceso a la salud se ve dificultado también por la falta de conocimiento y cumplimiento de la Ley de Identidad de Género no sólo en lo referido al respeto a la autopercepción allí consagrado, sino a la gratuidad en la cobertura en tiempo y forma de los diferentes tratamientos, desde hormonas hasta cirugías de modificación corporal, como las mastectomías y faloplastías.
La falta de acceso a la salud, pero también de visibilización y educación sexual integral para la inclusión tiene consecuencias negativas muy concretas en la vida de las personas.