MendoRock en el Gabriela Mistral, un regreso más que necesario

Por Walter Gazzo

Logicamente después de los dos años de confinamientos, streamings y ganas contenidas de ver en vivo artistas sobre un escenario, cada vez que esto último sucede es una caricia a nuestras almas.

Entonces, que la música mendocina haya contado con un hermoso e histórico escenario como lo es el teatro Gabriela Mistral para que se mostrara durante tres días lo más variado del panorama rockero mendocino es para celebrar a lo grande.

Muchas cosas salieron bien: un sonido acorde a la situación; una prolija puesta de luces y visuales; una organización horaria envidiable; y una grilla de lo más variada como para tener una idea generalizada de todo lo bueno que está pasando en esta provincia.

Además, se dio una federalización de artistas que nos permitió saber cómo está el mundo rock mendocino de norte a sur y de este a oeste.

Es muy destacable decir que cada banda o solista entregó le mejor que tiene y se notó que hubo una preparación especial para este evento; y eso se notó en cada sonido.

Y también el aplauso fue para el público que acudió de manera masiva las tres noches para encontrarse con sus preferidos o preferidas y descubrir otras propuestas. Y ahí es donde radica lo bueno del MendoRock: un escenario que se abre para que cada artista se muestre de la mejor manera. También fue cuidado y prolijo todo lo que pasó en los alrededores del Mistral donde hubo mucha gente que se reunió para ese hermoso ritual de escuchar música.

Andarríos, El Callejón, Perro Cochino, El Gordo Cañón y la Poxiband, Chancho Va, Chantas, Las Ex, Consuelo and The Cats, La Lucía, Televisores, Quassi, Glamour, Batos, Pasado Verde, Marian Jungla, Clau Terra, Sofía Di Marco, Alvear Oeste, Parió la Choca, Las Sobrinas de la Tía y La Skandalosa Tripulación fueron los elegidos de esta edición y no defraudaron.

Ahora queda la vara alta y el rock mendocino tiene que seguir ocupando espacios (ya que no hay muchos) y este festival dejó bien el claro que el rock en Mendoza sigue vivo... muy vivo.

 

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