Una mujer se decidió a vender el sillón viejo, algo estropeado, que le habían regalado hacía tiempo y que ya no le gustaba. Le puso un precio de 500 dólares. Pensó que era mucho y que le costaría encontrar un interesado, pero el mueble se vendió; y estaba feliz por "una gran venta".
Sin embargo, la felicidad le duró muy poco a Jules Schreiner, de ella hablamos, que es de Carpentersville, Illinois, Estados Unidos. Es que unos días después, descubrió que había cometido un terrible error; y compartió -fiel a esta época- su desazón en la red social TikTok. En el video, que se hizo viral, Schreiner narra cómo, al poco de adquirir el sillón en Facebook Marketplace, el comprador publicó un foto del sofá en su perfil de Instagram, y cuenta entusiasmado que se trata de un sillón de diseño del célebre diseñador Vladimir Kagan. Kagan es un icónico diseñador de mediados de siglo, quien fue incluido en el Salón de la Fama del Diseñador de Interiores en 2009 y, como es fácil suponer, sus artículos son muy admirados; y sí, son extremadamente onerosos.
Afligida, Jules siguió escarbando en la herida e investigó cuánto sería el valor real del sofá de diseño que había vendido. No tardó mucho en encontrar uno muy similar al suyo, también de segunda mano, que se ofrecía por 20 mil dólares...
"Pensé que había conseguido una gran oferta en el mercado de FB, pero ya sabes que las cosas siempre son demasiado buenas para ser verdad", escribe una afligida Jules en el video. Las reacciones se acumularon con rapidez y los usuarios fueron dejando sus comentarios. Uno de ellos puso: "Ok, de ahora en adelante, vamos a buscar marcas en las cosas que compramos, ¿ok?", en tanto que otro escribió: "Creo que te fue bien con $ 500 por un viejo sofá descolorido".
Sea como fuera, Jules puede estar satisfecha que aprendió una gran lección que le será difícil olvidar: siempre investiga antes de poner a la venta algo. / Contexto