El oro baja desde un máximo en dos semanas ante un avance del dólar tras datos económicos en Estados Unidos que fueron mejores de lo esperado, lo que redujo la posibilidad de que la Reserva Federal amplíe sus medidas de alivio monetario para impulsar la economía.
El oro al contado pierde 0,2%, hasta los u$s 1.660,01 la onza.
Los futuros de oro estadounidenses para junio ceden u$s 0,50, hasta los u$s 1.662,90.
Más temprano, el metal anotó máximos de sesión de u$s 1.671,20, en medio de un descenso del dólar contra una cesta de monedas.
El oro había obtenido cierta fortaleza tras una serie de datos de Estados Unidos que revivieron las expectativas de que la Reserva Federal ofrecería más respaldo a la economía por medio de una tercera ronda de flexibilización cuantitativa.
Los analistas coincidieron en que sin la confirmación de la Fed de que ofrecerá más apoyo a la economía estadounidense, las ganancias del oro podrían ser limitadas en el corto plazo.
Lo que diría en definitiva es que a corto plazo no veo que el precio vaya a subir hasta 1.700 dólares la onza o más. (El oro) necesita otro catalizador, algo más poderoso en el corto plazo de lo que quizás pueda ser una tercera ronda de estímulo monetario, añadió Nikos Kavalis, analista de RBS.
El oro, además, se beneficia de un ambiente con bajas tasas de interés.
La inyección de dinero de parte del banco central aumenta las presiones inflacionarias y eleva el atractivo del oro como cobertura contra las alzas de precios.
El lingote terminó abril con pérdidas por tercer mes consecutivo luego de unos indicadores que en general mostraron cierta mejora de la economía de Estados Unidos y de que la Fed adoptara una perspectiva menos flexible para la política monetaria.